La Unión Europea (UE) tiene los ojos puestos en Elon Musk y su plataforma X (anteriormente Twitter) mientras el magnate tecnológico se prepara para entrevistar este jueves por la noche a Alice Weidel, líder del partido soberanista alemán Alternativa para Alemania (AfD). La preocupación principal de los reguladores no es el contenido de la entrevista en sí, sino cómo el algoritmo de la plataforma podría influir en las elecciones generales de Alemania, programadas para el 23 de febrero, al beneficiar a AfD frente a otros partidos.
El partido antiinmigración AfD, actualmente segundo en las encuestas, ha sido elogiado recientemente por Musk, quien lo describió como la «última chispa de esperanza» para Alemania, lo que generó críticas por una posible «interferencia electoral«. La transmisión en vivo llega en un momento crucial, apenas semanas antes de las elecciones, lo que ha intensificado el escrutinio por parte de los reguladores europeos.
Un equipo de hasta 150 funcionarios de la Comisión Europea, distribuidos entre Bruselas y Sevilla, analizará si X cumple con las estrictas normas de la Ley de Servicios Digitales (DSA) de la UE. Estos expertos, apoyados por el Centro Europeo para la Transparencia Algorítmica, tienen la autoridad para inspeccionar las oficinas de la plataforma, examinar su algoritmo y acceder a su correspondencia interna. El objetivo es determinar si la red social de Musk «respeta las reglas de imparcialidad y transparencia» exigidas por la legislación.
La entrevista podría proporcionar pruebas adicionales para fortalecer el caso que la UE ya tiene abierto contra X desde julio por supuestamente incumplir las regulaciones tecnológicas comunitarias. Las sanciones potenciales bajo la DSA son severas: multas de hasta el 6% de los ingresos globales anuales de la empresa y la posibilidad de imponer un período de supervisión reforzada hasta que se rectifiquen los problemas.
A pesar de la urgencia, los expertos advierten que no habrá decisiones inmediatas. La Comisión Europea está evaluando cuidadosamente el impacto político de cualquier acción, especialmente en el contexto de una posible confrontación diplomática con la administración estadounidense liderada por Donald Trump, quien ha mostrado cercanía con Musk y podría interpretar las sanciones como un ataque político.
En una carta enviada esta semana a legisladores europeos, la zar tecnológica de la UE, Henna Virkkunen, junto con Michael McGrath, reafirmó que la Comisión está comprometida a «avanzar con determinación» en este caso y llegar a una resolución lo antes posible dentro de los límites legales. Hasta ahora, ninguna empresa ha sido sancionada bajo la DSA, lo que convierte este caso en una prueba clave para la aplicación de la ley tecnológica en la región.