El pueblo ecuatoriano está llamado hoy a las urnas para votar en las elecciones generales. Tras meses de agitación política, Ecuador deberá elegir en esta jornada electoral un nuevo presidente de la República. En lo que las encuestas anticipan como un enfrentamiento ajustado, el resultado de esta votación determinará el rumbo político de Ecuador y, en gran medida, el futuro de la región. Precisamente por ese motivo analizamos cinco claves de la jornada.
1. El precedente. El pasado mes de junio, el hasta ahora presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, confirmó que no iba a participar en estas elecciones presidenciales. No se celebran, sin embargo, dentro de la normalidad. Desde que el 17 de mayo Lasso aprobara el decreto de muerte cruzada, el Gobierno de la República se vio obligado a disolver la Asamblea y convocar elecciones. Esta herramienta constitucional obligó al presidente a terminar anticipadamente con la legislatura. Lasso alegó entonces que la Asamblea, controlada por la oposición, tenía «como proyecto político la desestabilización del Gobierno, de la democracia y del Estado».
2. Los candidatos. Con la retirada de Guillermo Lasso de la carrera presidencial, tan sólo quedaban tres candidatos principales para asumir la jefatura del estado ecuatoriano. Por un lado, Daniel Noboa, candidato de la Alianza Democrática Nacional; por el otro, la correísta Luisa González; y además, el líder del Movimiento Construye, Fernando Villavicencio. Este último, sin embargo, fue brutalmente asesinado tras la amenaza frontal de Rafael Correa: «Pronto se te acabará la fiesta».
Las elecciones, por tanto, se plantean como un plebiscito entre la vuelta al correísmo a través de Luisa González o la apuesta por la alternativa a través de Daniel Noboa. González defiende «un progresismo que se basa en la justicia social, como Lula da Silva en Brasil o Cristina Fernández en Argentina». La candidata del régimen aseguró, en esa línea, que Correa será «uno de mis principales asesores». Por el contrario, el favorito Daniel Noboa podría convertirse en el presidente más joven de la historia de Ecuador. Con sólo 35 años, el candidato cuenta con un millones de seguidores en redes sociales.
3. La campaña. Precisamente por esta original presencia en redes ha estado marcada la campaña. Luisa González ha sentido el apoyo de toda la tradición correísta, que ha puesto en ella las esperanzas de una vuelta al régimen de Correa y hasta su amnistía y vuelta al país tras la sentencia de ocho años de prisión por corrupción. El candidato de la Alianza Democrática Nacional logró varios golpes de efecto que lo hicieron popular en todo el país. Entre ellos, su aparición en el debate presidencial vestido con un chaleco antibalas —«para recordar a la gente que faltaba un candidato porque había sido asesinado»—, o la colocación de publicidad con su figura en tamaño real por todo el país. Ecuador se ha visto invadido por «noboas» de cartón.
4. Un posible fraude. Con unas elecciones convertidas en plebiscito nacional, no son pocos los que han apuntado a un posible fraude en la jornada electoral de Ecuador. El pasado miércoles analistas advirtieron sobre la posibilidad de que los resultados fueran alterados para ayudar a la candidata correísta, Luisa González, y lograr así la vuelta de Correa. Carlos Sánchez-Berzaín, director del Interamerican Institute For Democracy, declaró que «el fraude electoral en el Ecuador, el domingo, es posible; pero además de eso, es altamente probable». También añadió que «la dictadura de Correa sigue controlando el Consejo Nacional Electoral, el Tribunal Contencioso Electoral y tiene la mano metida en la Contraloría, tiene la mano metida en el poder judicial».
5. Las consecuencias. Tras la condena por corrupción, la izquierda ecuatoriana sueña con el triunfo de González, que abriría la puerta para el regreso de Correa. En este sentido, así ha manifestado este deseo el Grupo de Puebla. En su última cumbre, celebrada hace escasos días en México, el conglomerado de izquierdas populistas y revolucionarias dejó claro su apoyo formal por Luisa González. Por el contrario, está por ver que los partidarios anticorreístas agrupen su voto en la papeleta de Noboa, quien intentará, de conseguir la victoria, hacer frente al expresidente Correa. Hasta esta noche, sin embargo, no podremos saber nada. «Los resultados no se ven muy claros», ha apuntado el coordinador del Centro Andino de Estudios Internacionales, Michel Levi.