El 2023 inicia para los nicaragüenses con un régimen que logró el control total de las instituciones del país, rumores sobre un supuesto «interés de diálogo» de la tiranía con la comunidad internacional, movimientos de una aparente «relajación» de las medidas carcelarias contra los presos políticos mediáticos detenidos en el contexto de las elecciones de 2021, y se encaminará a consolidar el proyecto dinástico tras lograr el control.
Tras 16 años consecutivos en el poder, Ortega logró imponer el control absoluto de su partido, el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), en los 153 municipios del país. Todo ello tras adjudicarse las alcaldías en los comicios de noviembre. Inició los juicios y condena a sacerdotes y seminaristas de la Iglesia Católica. Dictó largas sentencias a políticos de la oposición, y provocó el éxodo de decenas de miles de nicaragüenses hacia Estados Unidos que huyen de la pobreza y la represión.
El panorama de la nación Centroamericana que en el último año ha visto aumentar el éxodo de decenas de miles de nicaragüenses, luce sombrío con el cierre de la frontera de Estados Unidos a los inmigrantes indocumentados de Nicaragua, Cuba y Haití. EEUU anunció un nuevo paquete de políticas migratorias que incluye permitir el ingreso hasta de 30 mil personas de Cuba, Haití, Venezuela y Nicaragua, a través de un patrocinador, que no es accesible para todos los migrantes.
La medida podría impedir el crecimiento de las remesas a Nicaragua, que en el 2022 fue casi un 50% superior al 2021 y se ha convertido en uno de los principales rubros de sostén de la economía.
Cambio de política con algunos presos políticos
La relajación de las medidas carcelarias contra los políticos opositores que permanecen en el edificio de la Dirección de Auxilio Judicial de la Policía conocida como el Chipote, se conoció a finales de diciembre a través de un comunicado de los familiares de los reos de conciencia, luego de que la tiranía les permitió visitas y llamadas, un derecho humano que la dictadura viola constantemente.
Mientras, el régimen continúa ensañándose con los sacerdotes y seminaristas. La organización Presos Políticos de Nicaragua, denunció que la dictadura sigue maltratando a los religiosos con mala atención a su salud y condiciones deplorables.
Los «rumores» de diálogo surgen tras conocerse el encuentro de Daniel Ortega con su hermano el general en retiro Humberto Ortega, jefe del Ejército Popular Sandinista durante la primera dictadura presidida por Ortega, y a quien medios de comunicación ubican como “opositor” al régimen de su hermano y su cuñada Rosario Murillo. Ambos hermanos son señalados de “crímenes de lesa humanidad”, precisamente por sus responsabilidades en delitos cometidos durante aquella dictadura, por casos que nunca han sido investigados.
El exjefe militar, que junto a su hermano Daniel y otros siete «comandantes» arribaron al poder en 1979 e instauraron una dictadura de corte socialista, se ha pronunciado públicamente a favor de la “negociación” y la “cohabitación” con el régimen de su hermano.
El periodista Emiliano Chamorro publicó un video en el que se observa una caravana de vehículos que siempre acompaña a Ortega en sus movimientos, ingresando a la residencia de Humberto Ortega, en Managua, la capital de Nicaragua, el pasado 23 de diciembre. La filtración del video ha generado rumores que indican que el hermano de Ortega sería el “enlace” de la comunidad internacional con la tiranía que actualmente ejerce el poder.
Rosario Murillo, esposa de Ortega y vicepresidenta designada salió al paso para confirmar la visita y «aclarar» que el encuentro obedeció en “solidaridad” debido a las “graves afectaciones de salud, con consecuentes fragilidades y agudos padecimientos colaterales” de Humberto Ortega, pero “sin ninguna pretensión o intercambio político, que nunca fue el objetivo de su visita, pues en ese plano no existe, ni se prevé comunicación alguna”, afirma el régimen en un comunicado.
Aunque activistas del sandinismo disidente y algunos medios de comunicación aseguran que Humberto Ortega goza de salud, hasta ahora la versión del comunicado de Murillo, quien es la portavoz de la dictadura, no ha sido desmentida por su cuñado.
Según el diario La Prensa, dos diplomáticos europeos confirmaron a ese medio que el dictador sandinista valora la posibilidad de instaurar un diálogo a cambio de enviar a 100 de los 237 presos políticos a sus casas.
Para el exembajador de Nicaragua en Alemania y Suecia, José Dávila, “sería infame dialogar con una dictadura tan inhumana y represiva, si no hay pre condiciones claras como la liberación de los presos políticos y la restauración de las libertades públicas”, afirmó y estima que el régimen podría estar urgido de una negociación.
Ortega busca un levantamiento de las sanciones de Estados Unidos, impuestas por corrupción y violaciones a los derechos humanos.