La irrupción del etnonacionalista y exconvicto Antauro Humala en la política peruana, quien viene recorriendo el país para esparcir su discurso radical y unir las bases del partido político Alianza Nacional de Trabajadores, Agricultores, Universitarios, Reservistas y Obreros (A.N.T.A.U.R.O.) -que ya cuenta con inscripción gracias al Jurado Nacional de Elecciones (JNE)-, ha generado una reacción en cadena por parte de las fuerzas democráticas que buscan cerrarle el paso ante una eventual participación en las elecciones generales del 2026.
Dos congresistas peruanos han destacado en esta afrenta; Alejandro Cavero de Avanza País, y Alejandro Muñante de Renovación Popular, ambos integrantes del bloque de centroderecha en el Parlamento peruano que combatió al golpista Pedro Castillo durante su (des)gobierno entre 2021-2022.
En cuanto al legislador de Renovación Popular, ha presentado un paquete de proyectos de ley que requieren de una reforma constitucional con miras a las elecciones generales. Entre las normas, propone impedir la postulación de candidatos con sentencia por traición a la patria, sedición, terrorismo, narcotráfico y delitos contra la seguridad nacional y el orden constitucional.
Y es que, de acuerdo con Muñante, la decisión del JNE de aceptar la inscripción de A.N.T.A.U.R.O es una «afrenta» a los familiares de los policías que murieron de mano de Humala y sus seguidores en el Andahuaylazo, una fallida rebelión en los andes peruanos que resultó con un saldo de cuatro policías muertos.
«La decisión del JNE ha sido irregular y una afrenta a los familiares de los policías que fueron asesinados en el ‘Andahuaylazo’, acto por el que se le condenó [a Antauro Humala] por el delito de homicidio y rebelión. Es una afrenta contra nuestro país, las víctimas y el Estado de derecho. Este señor se ha paseado diestra y siniestra invocando el cierre del Congreso, invocando ajusticiamiento popular, invocando consignas al margen de la Constitución. Es un personaje nefasto y nocivo para la institucionalidad democrática. No puedo comprender como el JNE haya admitido su inscripción«, sostuvo en diálogo con La Gaceta de la Iberosfera.
Muñante cuestionó que se utilice el argumento el derecho a la participación política para justificar la inscripción de un partido cuyo ideario es evidentemente antidemocrático. Por ello, recordó que la democracia «no puede ser boba» y debe contar con mecanismos legales para asegurar su posición por encima de cualquier ideología o corriente política estacional.
«La democracia no puede ser boba, tiene que defenderse y tener candados para asegurar su perpetuidad más allá de las ideologías o corrientes políticas que puedan asumir el mando de nuestro país. No se puede permitir la inscripción de partidos políticos cuyo ideario sea la destrucción del sistema democrático. No podemos alimentar a la bestia bajo el simplismo de respetar todos los derechos. Los derechos no son absolutos, y hay que anteponer la institucionalidad, la democracia, el principio de separación de poderes, por encima de las aspiraciones de una persona o grupo de personas, las cuales podrían estar socavando los derechos y libertades del resto de peruanos», agregó.
Cabe recordar que Muñante también ha enviado oficios a los titulares del JNE, Defensoría del Pueblo y el Ministerio Público para pedir que se declare la nulidad de la inscripción del partido A.N.T.A.U.R.O.
El parlamentario conservador ha precisado en su oficio que el partido vinculado a Humala -que no tiene cargo oficial pero participa en las actividades proselitistas- ha violado el artículo 2 de la Ley de Organizaciones Políticas donde se indica que las agrupaciones políticas deben contribuir y asegurar la «vigencia y defensa del sistema democrático» además de preservar la paz, la libertad y la vigencia de los derechos humanos.
Humala, el caudillo andino que aparece segundo en las encuestas
Antauro Humala hizo noticia esta semana al aparecer en una encuesta hecha por Ipsos para el diario Perú 21 como segundo favorito en los sondeos electorales, detrás de la derechista Keiko Fujimori.
El discurso de Humala, el «etnocacerismo», es una ideología que evoca al imperio inca o Tahuantinsuyo. Propone un neo-Tahuantinsuyo que deberá alzarse sobre las ruinas de la «República criolla», como él y sus seguidores denominan al régimen vigente.
Conformada en su mayoría por veteranos del Ejército que combatieron en la Guerra del Cenepa (conflicto con el Ecuador) y a los terroristas del Partido Comunista del Perú-Sendero Luminoso y el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru, apelan también a la figura del mariscal Andrés Avelino Cáceres, héroe de la resistencia durante la guerra y ocupación chilena del Perú.
El etnocacerismo también exalta a la denominada «raza cobriza», es decir, a los peruanos con mayor porcentaje de sangre indígena, así como la dictadura del general Juan Velasco Alvarado, un militar peruano alineado a la Unión Soviética, así como el «antichilenismo»-apelan a la invasión chilena en 1879 que terminó con la derrota peruana y la pérdida de las provincias de Arica y Tarapacá- y el irredentismo.
