«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
La Gaceta de la Iberosfera
Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.
MIENTRAS EL GRUPO DE PUEBLA DEFIENDE A PETRO

El Foro de Sao Paulo, centrado en intervenir en las presidenciales de Uruguay y Venezuela

Lula da Silva en el XXVI encuentro del Foro de Sao Paulo. Twitter

La peor pesadilla del Foro de Sao Paulo y del Grupo de Puebla se ha hecho realidad: la decisión de la Corte Suprema de los Estados Unidos de habilitar a Donald Trump en las boletas electorales de todos los estados. A esto hay que sumarle el triunfo arrollador del candidato Trump en las primarias republicanas del «Super martes» del pasado 5 de marzo, lo que le ha abierto una autopista para llegar a la Casa Blanca.

Aunque la izquierda regional se anticipaba a este escenario, -como lo hemos reflejado en este mismo espacio en artículos anteriores- ya no se trata de una suposición, sino de una realidad ineludible, para la cual se preparan tratando de asumir el mayor control posible en la región.

Uno de sus principales objetivos es ganar las elecciones del 27 de octubre en Uruguay, para lo cual se han movilizado internacionalmente, interviniendo en los asuntos internos de ese país. Gleisi Hoffmann, presidenta del Partido de los Trabajadores (PT) de Brasil y defensora del Foro de São Paulo, viajó a Montevideo en febrero pasado para hacer campaña electoral, invitada por el Frente Amplio, perteneciente al FSP. Hoffmann no se ruborizó al comprometer por parte del PT «un apoyo grande para que a Uruguay lo vuelva a gobernar el Frente Amplio».

Siguiendo el mismo esquema aplicado en Colombia antes de las elecciones de 2022, la izquierda uruguaya busca desestabilizar al gobierno de Luis Lacalle Pou con huelgas y protestas para manipular el voto de la población.

Para ello han anunciado en el Plenario Inter Sindical de Trabajadores y Convención Nacional de Trabajadores de Uruguay (PIT-CNT), un paro nacional a partir de este viernes 8 de marzo. El llamado a la protesta ha sido precedido por un paro educativo escalonado en escuelas públicas durante 3 días.  Siendo que las escuelas de la zona oeste de Montevideo suspendieron sus labores el 5 de marzo, las escuelas del centro de la capital el miércoles 6 y el jueves 7, las del este. Acciones ampliamente difundidas por la cadena chavista TeleSur.

La injerencia de Lula en países de la región no se circunscribe solo al Uruguay -enviando a Hoffmann- sino también en Venezuela. El mandatario brasileño, tras su reunión en días pasados con Nicolás Maduro, expresó que para las elecciones anunciadas para el 28 de Julio próximo se «invitarán a observadores del mundo entero. Pero si el candidato de la oposición tiene el mismo comportamiento que el nuestro de aquí, nada vale». Esto en clara descalificación a la candidata María Corina Machado, electa en primarias de la oposición con más del 90% de los votos y, que el régimen venezolano ha inhabilitado políticamente, con argucias nada legales. De esto, nada dijo Lula.

En cuanto a México, el Grupo de Puebla está preocupado por las revelaciones que han salido a luz pública sobre el financiamiento del narcotráfico a Andrés Manuel López Obrador (AMLO). Pero, como acostumbra, salió en defensa de su aliado sin constatar si dicha información es cierta o no.

En un artículo firmado por el expresidente colombiano Ernesto Samper –acusado en su momento por haber recibido fondos del narcotráfico–, y publicado en la página del Grupo de Puebla, se afirma que AMLO en realidad es una víctima de la derecha que pretende propinarle un «golpe blando», es decir, el mismo argumento usado para defender al golpista peruano Pedro Castillo y al actual mandatario colombiano Gustavo Petro, quien está acorralado por diversos escándalos de corrupción.

«Son golpes blandos que van dirigidos especialmente para afectar la gobernabilidad de los países dirigidos por líderes progresistas. ¿En qué consiste el golpe blando? En crear condiciones de ingobernabilidad, que hagan prácticamente imposible para los gobiernos continuar con su tarea de administrar proyectos políticos de carácter progresista», afirma Samper. Estemos claros: acusan a otros de lo que ellos hacen.

Las protestas masivas en las principales ciudades de Colombia, con el lema «¡Fuera Petro!» que se vieron la semana pasada a través de las redes sociales y medios de comunicación no son un golpe blando, son producto del hartazgo de los ciudadanos por el desmantelamiento acelerado de la economía que golpea sus bolsillos, y el manto de corrupción que envuelve la gestión del presidente colombiano.

Los miembros del Grupo de Puebla, repito, acusan a los demás de lo que ellos hacen y pretenden hacer. Ya la canciller de Argentina, Diana Mondino, aseguró que hay cubanos y venezolanos infiltrados en su país para desestabilizar a Milei: «Lamentablemente es así, está comprobado, algunos parecían periodistas, tienen un grado de preparación importante, alguien les paga para hacer lío», denunció.

La actuación audaz –pero también torpe– de la izquierda, al tratar de anticiparse al triunfo de Trump, abre oportunidades para denunciarla y para contrarrestarla, pero para ello es indispensable que los sectores democráticos estén atentos y sobre todo, articulados.

.
Fondo newsletter