La canciller de Perú, Ana Cecilia Gervasi, se presentó este lunes ante la Comisión de Relaciones Exteriores del Congreso, que preside la congresista María del Carmen Alva (Acción Popular), en donde informó que el Gobierno del Perú no ha admitido la designación de la cónsul de Bolivia en la región de Puno -zona de frontera-, Lidia Patty Mullisaca, y solicitó el retiro de su designación porque esta transgrede la Carta de Viena para asuntos consulares de 1963.
Gervasi indicó que el 29 de mayo último, la embajada de Bolivia en Lima informó sobre el nombramiento de Mullisaca como cónsul en Puno; ingresó al Perú el 31 de mayo y, según se tienen evidencias, cumple funciones consulares desde el pasado 1 de junio.
«Si bien no hay ninguna disposición en la Convención de Viena que impida el arribo de la encargada de la oficina consular, el Estado que envía (a su cónsul), debe informar al Estado receptor sobre esta designación», indicó Gervasi.
Añadió que la Cancillería peruana comunicó a sus pares bolivianos que Mullisaca no podía ejercer funciones en el Perú porque su designación no ha sido admitida por el Gobierno, a través de la expedición del exequatur correspondiente.
«La realización de funciones consulares por el jefe de una oficina consular que no ha sido admitida como tal, por el Estado receptor, constituye una transgresión a la Convención de Viena», subrayó tras indicar que se convocó al representante del Gobierno boliviano en el Perú a que retire dicha designación, «ya que la misma no es aceptable para el Perú», enfatizó la titular de Relaciones Exteriores.
De acuerdo con información del Parlamento, el congresista Ernesto Bustamante (Fuerza Popular) saludó la decisión de la Cancillería sobre la cónsul boliviana, pidiendo mayor dureza e incluso mostrándose a favor de la expulsión de la diplomática.
Una promotora de Runasur y la «Nación Aymara»
Según Perú 21, Mullisaca es identificada en su país como una firme aliada del cocalero Evo Morales, quien ocupó la presidencia del país altiplánico hasta su salida en 2019 en medio de serias acusaciones de fraude electoral.
Morales, uno de los principales aliados del expresidente peruano Pedro Castillo, hoy cumpliendo prisión preventiva por los presuntos delitos de rebelión y conspiración tras su fallido golpe de Estado, promueve en el sur andino, zona cercana a Bolivia, la idea de una «Nación Aymara», etnia a la que pertenece y que es mayoritaria en esa región.
El expresidente boliviano también impulsa el proyecto geopolítico denominado «Runasur» -conjugación del vocablo quechua «runa», que significa persona o ser humano, con Unasur (Unión de Naciones Suramericanas)-, el cual ha sido definido como un «mecanismo de integración plurinacional entre los pueblos indígenas, afrodescendientes, organizaciones sociales, sindicales, territoriales y movimientos sociales de la región».
Según diplomáticos peruanos, este proyecto indigenista, con la wiphala como símbolo, tiene como objetivo «desmembrar al Perú otorgando a Bolivia una salida soberana al Pacífico y así conformar una ‘nación aymara’ como extensión territorial boliviana».
