El narcotraficante más buscado de Colombia, Dairo Antonio Úsuga David, alias ‘Otoniel’, ha sido extraditado este miércoles a Estados Unidos, donde deberá responder por varios cargos de crimen organizado y tráfico de drogas.
La Defensa de Úsuga ha confirmado al diario ‘El Colombiano’ que «efectivamente ha sido sacado de su celda en las instalaciones de la Dirección de Investigación Criminal e Interpol (DIJIN) y lo llevan rumbo al aeropuerto militar de Catam, en Bogotá«.
Asimismo, fuentes oficiales han indicado al diario colombiano ‘El Tiempo’ que se está llevando a cabo el proceso de extradición a los Estados Unidos de ‘Otoniel’. «Las autoridades inician proceso de extradición a Estados Unidos de alias ‘Otoniel’, cabecilla del Clan del Golfo«, ha confirmado el mismo medio en su cuenta de Twitter.
El Ministerio de Justicia de Colombia negó a finales de abril el recurso de apelación presentado por el jefe del Clan del Golfo, el narcotraficante ‘Otoniel’, para frenar su extradición a Estados Unidos.
A pesar de contar con dos meses para pronunciarse, el recurso de apelación del Ministerio de Justicia fue resuelto en «la mayor brevedad posible», tal y como adelantó que haría su titular, Wilson Ruiz, poco después de que el presidente colombiano, Iván Duque, firmara la extradición.
Una extradición que ‘Otoniel’ ha estado desesperadamente evitando, intentando acogerse a la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) como tercero civil dentro de los casos que este tribunal especial investiga con relación al conflicto armado.
El considerado uno de los mayores narcotraficantes de la historia de Colombia había intentado desde que fue capturado someterse a la justicia especial de la JEP, asegurando que disponía de suficiente información que facilitaría la rendición de cuentas y la reparación de la víctimas.
En ese sentido, ‘Otoniel’ afirmó que puede ayudar a resolver asesinatos de líderes sociales, campesinos, integrantes del partido político Unión Patriótica y señalar a posibles responsables de ‘falsos positivos’, ejecuciones extrajudiciales de civiles llevadas a cabo por militares para hacerles pasar por guerrilleros.
Tras el rechazo de la JEP, ‘Otoniel’, sabiéndose rumbo a Estados Unidos, ha estado acusando a varios altos militares de vínculos con el narcotráfico y grupos paramilitares, facilitándoles sus actividades delictivas y cometiendo asesinatos.
Antes de su detención, el Gobierno de Estados Unidos ofrecía una recompensa por el capo de hasta cinco millones de dólares (unos cuatro millones de euros), por alias ‘Otoniel’, de 50 años, sobre quien pesaba una orden de extradición de Estados Unidos, dos circulares rojas y una azul de Interpol, y más de 120 órdenes de captura en Colombia.
El criminal pasó por la guerrilla del Ejército Popular de Liberación (EPL) pero dejó las armas tras la desmovilización del grupo en 1991 antes de incorporarse a los paramilitares de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC).
Allí, junto con su hermano Juan de Dios Úsuga (alias ‘Giovanny’, muerto en 2012 en un operativo policial), fue líder del Bloque Centauros, que operaba en los Llanos Orientales de Colombia, en el este del país, antes de volver a dejar las armas durante las desmovilizaciones masivas de paramilitares impulsadas por el entonces presidente Álvaro Uribe.
Tras esta nueva entrega, Otoniel se unió a las nacientes AUC, impulsadas por el narcotraficante Daniel Rendón Herrera (alias ‘Don Mario’, quien también era parte de las AUC, y fue detenido en 2009 en el municipio de Necoclí), de quien él y su hermano eran lugarteniente.
Tras la captura de ‘Don Mario’, los hermanos Úsuga se hicieron con el control de una de las bandas narcotraficantes más grandes del país, con influencia en los departamentos de Antioquia y Chocó (noroeste), y que obtiene recursos, además, de minería ilegal y redes de tráfico de personas. La muerte de alias ‘Giovanny’ provocó que ‘Otoniel’ quedara como máximo jefe de una organización criminal que, de acuerdo con la Policía de Colombia, cuenta con unos 3.500 hombres en todo el país.