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muchos han fallecido en el país

Venezuela, el último reducto en el que operan los terroristas de las FARC

El terrorista Iván Márquez, junto a otros miembros de las FARC. Reuters

A finales de la semana pasada el diario colombiano El Tiempo reveló que alias Iván Márquez, exjefe de negociaciones de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia durante los “diálogos de paz” de la Habana, habría sido neutralizado en territorio venezolano. A pesar de encabezar la delegación de las FARC en Cuba, Márquez decidió no acogerse al acuerdo fraguado en su momento entre el presidente Juan Manuel Santos y el grupo terrorista, que redundó en la adjudicación de escaños en el Congreso colombiano, el perdón parcial de los pecados y otras prebendas para incorporar a los antiguos guerrilleros a la vida política regular de la nación sudamericana.

El camino emprendido por Luciano Marín Arango -nombre real de este cabecilla de las FARC- fue el de seguir la senda abierta de las armas y lanzar, en 2019, a la “Segunda Marquetalia”, una fracción “disidente” del grupo terrorista original, ahora devenido en el supuesto partido político “Comunes”, con una representación parlamentaria liderada por alias Timochenko:

“Anunciamos al mundo que ha comenzado la Segunda Marquetalia bajo el amparo del derecho universal que asiste a todos los pueblos en el derecho de levantarse en armas contra la opresión. Es la continuación de la lucha guerrillera en respuesta a la traición del Estado a los acuerdos de paz de La Habana, la rebelión no es una bandera derrotada ni vencida, buscaremos coordinar esfuerzos con la guerrilla del ELN y con aquellos compañeros y compañeras que no han replegado sus banderas (…)”, dijo en aquella oportunidad Arango, flanqueado por otro importante cabecilla de las FARC, alías Jesús Santrich.

El lucrativo negocio de las drogas que diariamente factura miles y miles de dólares a estos grupos subversivos no podía ser abandonado tan fácilmente, por más garantías que el Gobierno de Santos pudiese otorgar. A fin de cuentas, ¿De qué iban a vivir unos guerrilleros como éstos si se asimilaban a la vida civilizada común de un partido político de los de siempre?

Al poco tiempo comenzaron los problemas. A la disidencia de alias Iván Márquez le crecieron los enanos y a la llamada “Segunda Marquetalia” le surgió competencia. Otros delincuentes de las FARC, nucleados en torno a otros liderazgos, optaron por la opción de competirle el territorio y el espacio en los negocios al grupo de Márquez.

Así, por ejemplo, se hizo famoso el grupo terrorista de alias Gentil Duarte, quien con un aparentemente mayor poder de fuego que la “Segunda Marquetalia” operaba en la porosa frontera entre Colombia y Venezuela, hasta ser asesinado en mayo de este mismo año mediante un ataque con explosivos en el estado Zulia, en el occidente venezolano.

Igual suerte que Duarte corrió alias Jesús Santrich, una histórica figura de las FARC que incluso probó las mieles de la política legal y civilizada, ocupando una curul en el Congreso Colombiano en 2018, como beneficiario del proceso de paz firmado en La Habana. En el caso de Santrich la muerte le sobrevino luego de reincorporarse a la lucha armada bajo el paraguas de la “Segunda Marquetalia”, siendo abatido en la Sierra de Perijá, entre Colombia y Venezuela.

Los enfrentamientos entre los distintos bandos de las “disidencias” de las FARC han sido públicos y notorios, desarrollándose la mayoría de ellos en territorio venezolano. Incluso el año pasado militares venezolanos fueron emboscados en varias oportunidades por estos grupos irregulares.

Por el devenir de las cosas parece evidente que, luego de las negociaciones de paz de Cuba, el escenario de operaciones de estos grupos terroristas fue trasplantado desde Colombia hacia Venezuela, sitio donde el régimen de Maduro le garantizó luz verde para acometer todos los ilícitos a los que habitualmente se dedican.

De hecho, en medio de la pugnacidad desatada entre los distintos bandos que heredaron el legado criminal de las FARC, es perfectamente posible pensar que el chavismo lo que terminó haciendo fue proteger a unas facciones de la agrupación terrorista en desmedro de otras. Eso sin que al día de hoy se tenga claridad sobre cúal es “disidencia” en específico habría sido protegida-apuntalada por la tiranía izquierdista venezolana.

Volviendo a alias Iván Márquez, lo que hasta ahora se sabe sobre su supuesta muerte no dista mucho del escenario en el que habrían sido neutralizados antiguos compañeros de armas suyos como Santrich o Duarte. Se afirma pues que el líder de la “Segunda Marquetalia” fue emboscado en territorio venezolano, siendo dado de baja mediante el despliegue de explosivos.

Al día de hoy todavía existe escepticismo sobre si Márquez realmente habría sido asesinado la semana pasada o si, más bien, todo se trata de una simple puesta en escena para “desaparecerlo” del ojo público y llevarlo así a un exilio dorado alejado de las controversias propias del mundo criminal en el que siempre se ha desenvuelto. El mismo escepticismo que, por cierto, se tiene cuando se habla de las muertes de Santrich o de Duarte.

No obstante, si se atiende a la versión oficial, no solo estos tres peligrosos criminales han sido dados de baja en Venezuela, sino que a la infame lista de guerrilleros de las FARC que fueron neutralizados en territorio venezolano en los últimos tiempos también habría que adicionar nombres como los de alias “Romaña” o alias “El Paisa”. Es decir, Venezuela estaría siendo a plena luz del día el último reducto en el que estos grupos del crimen están operando a placer.

Sobre el fallecimiento de Márquez el régimen de Maduro ha sido más que parco, sin mencionar hasta ahora ningún detalle que desmienta o confirme la información divulgada por la prensa colombiana.

Vale recordar que en el ajedrez de la peligrosísima relación que históricamente ha sostenido el chavismo con los grupos terroristas colombianos una pieza clave es, por cierto, la senadora del Pacto Histórico Piedad Córdoba, recientemente puesta en la mira de la polémica por portar cerca de 50.000 dólares sin declarar en un aeropuerto de Honduras.

Un Pacto Histórico que en pocas semanas asumirá el Gobierno en Colombia y al que, milagrosamente, se le ha ido desapareciendo el problema de la guerrilla de en frente si a juzgar por la “eliminación” de varios cabecillas de las FARC vamos. Conveniente…

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