Las izquierdas muestran una enorme capacidad para ganar elecciones, pero no para ejecutar los proyectos y soluciones que los pueblos demandan y con los que los zurdos se comprometen; entonces, la confianza de sus seguidores se resquebraja y comienzan a aparecer signos de rechazo.
Esto es tan cierto que, la izquierda, en respuesta, busca nuevas narrativas, relatos o entes para desprestigiar a las fuerzas políticas que les desenmascaran. Un ejemplo de ello es la avanzada -por parte de la Internacional Progresista (IP)- consistente en crear una instancia para investigar a la «Internacional Reaccionaria» (IR).
Según la Internacional Progresista se trata de «nuevo consorcio de investigación sobre la red mundial ilícita que socava nuestras democracias». Interesante que en la cuenta X de la IP invitan a «unirse a la lucha para derrotar a la extrema derecha en ascenso».
Ahora bien, cuando se busca conocer a qué se refiere esa «red mundial ilícita», se trata de funcionarios legítimamente electos por sus pueblos, como lo son Giorgia Meloni en Italia, Viktor Orbán en Hungría o Santiago Abascal en España.
Según la página web de la IP la nueva instancia se dedicaría a investigar «Golpes de Estado, asesinatos, disturbios, detenciones y desinformación», señalando además: «Conocemos las tácticas que se han desplegado para debilitar nuestras democracias. Pero ¿quién está detrás de ellas?».
Para responder a esta pregunta, la Internacional Progresista explica: «Por eso hemos lanzado un consorcio de investigación sobre la Internacional Reaccionaria: para rastrear las conexiones entre los políticos, plataformas, Think-Tanks, financiadores, fundaciones, publicaciones, jueces y periodistas que componen esta red global, y para apoyar a los sistemas democráticos para que sean más resistentes a sus tácticas insidiosas».
Sin embargo, al revisar el contenido de la página, se hace evidente que se trata de simples artículos de opinión, en los cuales no se presenta prueba alguna sobre los supuestos crímenes investigados. Se concluye, entonces, que el único «delito» al cual se refiere la página es no ser de izquierdas. En otras palabras, el proyecto es criminalizar el pensamiento de las derechas, tal como lo hace la llamada ley chavista contra el fascismo.
La página que refiere la existencia de la supuesta «Internacional Reaccionaria» se dedica a calumniar, entre otros, a Donald Trump, a Jair Bolsonaro y a Javier Milei, a quien califica como: «El presidente anarcocapitalista y de la larga sombra de la dictadura argentina», mientras invitan a que «Siga el ascenso de Milei desde la oscuridad hasta la presidencia, abarcando tanto la clase multimillonaria internacional como los legados de la dictadura militar de Argentina».
Ahora bien, ¿Quiénes son los socios de la Internacional Progresista en la creación de este artificio? CLACSO y Transform Network.
La primera corresponde a las siglas del «Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales», que en su página web se define como «una institución internacional no-gubernamental con status asociativo en la UNESCO, creada en 1967. Actualmente, reúne 883 centros de investigación y posgrado en el campo de las ciencias sociales y las humanidades en 56 países de América Latina y otros continentes».
La segunda, Transform Network, se define como una «red de 39 organizaciones europeas de 23 países, activas en el ámbito de la formación política y el análisis científico crítico, y es la fundación política reconocida correspondiente al Partido de la Izquierda Europea (EL)».
No es casual que el lanzamiento de esta avanzada se produzca poco antes de las elecciones en Europa y Estados Unidos, donde las encuestas anticipan el avance de la derecha, frente al evidente fracaso de la izquierda en el hemisferio occidental.
Preocupados y/o intimidados por el retroceso que están a punto de experimentar, los marxistas se dedican a su deporte favorito: falsear, mentir y calumniar a sus adversarios. Pero esta esta vez el proyecto les puede salir mal.
