«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
La Gaceta de la Iberosfera
Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.
UN NUEVO CASO DE POLITIZACIÓN DE LA JUSTICIA...

La maniobra fallida que intentó apartar de sus funciones a la jueza que condenó a Lula por el Lava Jato

La jueza brasileña Gabriela Hardt. Twitter

En una secuencia de eventos caóticos y contradictorios, la justicia brasileña protagonizó otro capítulo controvertido con el apartamiento de sus funciones de la jueza Gabriela Hardt -conocida por su actuación firme en la Operación Lava Jato– y de otros magistrados por parte del corregidor nacional de Justicia, Luís Felipe Salomão, el 15 de abril de 2024. El episodio resucitó debates acalorados sobre la influencia política en el Poder Judicial y los intentos de desacreditar operaciones contra la corrupción. Aunque hubo una revisión de la decisión del Consejo Nacional de Justicia (CNJ), todas estas idas y venidas son dignas de unos comentarios.  

Gabriela Hardt, que reemplazó a Sergio Moro en el 13º Juzgado Federal de Curitiba, fue apartada de sus funciones tras una inspección extraordinaria del CNJ sobre la conducción de los procesos de la Lava Jato. La decisión de Salomão, basada en supuestas irregularidades y en el incumplimiento de órdenes del Tribunal Supremo Federal, fue vista por muchos como una medida excesiva, con argumentos débiles e imprecisos, posiblemente con motivaciones políticas. La jueza Hardt ganó notoriedad al condenar al expresidente Lula, elevando aún más las sospechas de persecución política, especialmente considerando que Salomão fue nombrado en el «Superior Tribunal de Justiça» (STJ) por Lula en 2008.

En este contexto, las redes sociales reaccionaron fuertemente a la decisión. El politólogo Silvio Grimaldo destacó en su tweet: «Gabriela Hardt fue la jueza que condenó a Lula a 12 años y 11 meses de prisión por corrupción activa, corrupción pasiva y lavado de dinero en la acción penal que involucra el sitio Santa Bárbara, en Atibaia. La jueza fue apartada del cargo por Luiz Felipe Salomão, corregidor del CNJ y también ministro del STJ. Salomão fue nombrado para el cargo en el STJ en 2008 por el entonces presidente Lula. Esto es todo lo que necesitas saber sobre el apartamiento de la jueza Gabriela Hardt».

El periodista Felipe Moura Brasil también comentó:»Lula nombró a Salomão en el STJ el 5/6/2008, como salió en el Diario Oficial del día 6. En 2022, fue nombrado por el STJ y aprobado por el Senado para ser corregidor. En 2024, Salomão intentó apartar a la jueza Gabriela Hardt, que condenó a su padrino Lula, pero el CNJ formó mayoría en contra.»

No debemos olvidar la firme disposición de Lula para enfrentar a sus adversarios políticos que se expresó en marzo de 2023, cuando una declaración suya sobre desear «joder» al exjuez Sergio Moro da la Operación Lava Jato se viralizó en las redes sociales.

Esta declaración resaltó el ánimo vengativo en relación con figuras clave de la Lava Jato, destacando un momento de franca animosidad y de enfrentamiento directo con las autoridades judiciales que lo habían condenado. Luís Felipe Salomão, a su vez, justificó el apartamiento mencionando «infracciones administrativas graves» relacionadas con la homologación de un acuerdo controvertido en 2019 entre el Ministerio Público Federal, Petrobras y autoridades de Estados Unidos.

Dicho acuerdo preveía la destinación de dineros estatales para un fondo de combate a la corrupción, lo cual Salomão interpretó como un posible desvío de recursos para fines privados, aunque tal fondo nunca fue efectivamente creado.

Tras la medida de Salomão, el pleno del Consejo Nacional de Justicia (CNJ) revocó la decisión del corregidor nacional de Justicia de apartar provisionalmente a la jueza Gabriela Hardt y al juez Danilo Pereira Júnior. En la sesión dirigida por Luís Roberto Barroso, presidente del CNJ, la mayoría votó contra la medida, calificada por Barroso como «ilegítima y arbitraria». Criticó la falta de fundamentos sólidos y el procedimiento unilateral de Salomão, argumentando que no había urgencia que justificase una acción tan drástica sin un proceso adecuado, lo que pone en tela de juicio la legitimidad del sistema judicial.

Barroso defendió la integridad de Hardt, resaltando su reputación impecable y rechazando las acusaciones de peculado o corrupción relacionadas con la homologación de un acuerdo en 2019 entre Petrobras y el Departamento de Justicia de EE. UU. Este acuerdo, que fue suspendido posteriormente, implicaba el retorno de 2,5 mil millones de reales (0,4 mil millones de euros) para una fundación anti-corrupción que nunca se creó. Barroso enfatizó que no había razón para sospechar mala conducta de Hardt y destacó que los actos del Ministerio Público Federal tienen presunción de legitimidad. Esta decisión subraya la necesidad de mantener la independencia judicial y prevenir la manipulación política dentro del sistema judicial brasileño según se reportó en la Gazeta do Povo.

El  enfrentamiento judicial evidencia el clima de tensión y desconfianza que permea el sistema de justicia brasileño, descrito de forma vívida por el escritor y periodista Paulo Briguet de manera más literaria en Brasil Sem Medo, quien sintetizó el ambiente institucional del gigante sudamericano: «Órganos como el Supremo Soviete Federal, el Tribunal Soviético Electoral y el Soviete Nacional de Justicia se transformaron en máquinas de venganza con solo dos funciones: beneficiar a los amigos y destruir a los enemigos del patrocinador político del país.» Aunque el escritor habló en un lenguaje más poético, no debemos olvidar que el término «soviete» significa «consejo». Y el nombre del órgano que está persiguiendo a la jueza opositora se llama también consejo y en un contexto de un régimen afín a las ideas socialistas.

La situación nos lleva a reflexionar sobre el apoderamiento de las instituciones por parte de un partido político, donde jueces y operaciones anticorrupción pueden ser objetivos de venganza política. La reversión de la decisión de Salomão por el CNJ es un recordatorio de que, a pesar de mucha interferencia política, todavía hay algún espacio para la defensa de la legalidad en la justicia brasileña, aunque el camino esté sombrío y lleno de desafíos.

La deuda de Brasil se dispara en los 14 meses del Tercer Mandato de Lula

En los primeros 14 meses del tercer mandato del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, la Deuda Bruta del Gobierno General (DBGG) de Brasil experimentó un aumento significativo, elevándose en 1,077 billones de reales para alcanzar 8,3 billones en febrero de 2024. Este aumento llevó la relación deuda-PIB del país del 71,7%, valor dejado por el expresidente Jair Bolsonaro al final de su mandato en diciembre de 2022, a 75,6% bajo la administración actual. Las proyecciones del mercado indican que esta proporción podría subir aún más, alcanzando el 77,5% en 2024 y el 80,1% en 2025, señalando una trayectoria de endeudamiento creciente para Brasil.

El incremento observado en los primeros meses del gobierno de Lula supera incluso el registrado en el segundo mandato de Dilma Rousseff, que vio un crecimiento de la deuda de 765 mil millones de reales. La revisión de la meta fiscal para 2025, que cambió la expectativa de superávit primario del 0,5% del PIB a un equilibrio fiscal con posibilidad de déficit de hasta el 0,25%, podría impactar negativamente en la trayectoria de la deuda. Este cambio en la meta fiscal refleja un escenario más desafiante para la gestión de las cuentas públicas en el contexto de un endeudamiento gubernamental creciente.

TEMAS |
.
Fondo newsletter