Lula Da Silva, en su reciente viaje a China, ha dejado perfectamente claro que su intención va mĆ”s allĆ” de fortalecer las relaciones comerciales con la nación asiĆ”tica: Brasil pretende convertirse en un actor clave en la defensa del orden mundial multipolar al que aspira PekĆn. āQueremos que la relación con China no sea meramente comercial. Queremos que trascienda mĆ”s allĆ” y que sea profunda, fuerteā, expresó Lula ante las cĆ”maras.
Pero el mandatario brasileƱo no solo alabó a su par chino, lanzó tambiĆ©n dardos a la administración de Joe Biden al culpar a los Estados Unidos de incentivar la guerra en Ucrania afirmando que es preciso se comience hablar de paz. Por ello pidió a ālos paĆses que estĆ”n suministrando armasā al conflicto que āparenā de hacerlo y destacó el āmuy importanteā papel de China por buscar la paz.
En dĆas pasados el mandatario brasileƱo habĆa sugerido a Ucrania ceder la penĆnsula de Crimea a Rusia para facilitar el fin de la guerra, y afirmó que el presidente ucraniano, VolodĆmir Zelenski, āno puede quererlo todoā.
El gobierno norteamericano acusó el golpe calificando las crĆticas del izquierdista mandatario brasileƱo de indignantes: āBrasil parece haberse alineado claramente con China y Rusiaā, opinaron diferentes miembros de la administración Biden, entrevistados por el medio brasileƱo Folha, quienes manifestaron que Lula āno solo no ha valorado el equilibrio en sus posiciones, sino que ha adoptado una clara oposición a Washingtonā.
Evidentemente, Lula percibe el deterioro de Estados Unidos como potencia mundial y busca ampararse en China para garantizar su permanencia en el poder, para lo cual debe sacar a Bolsonaro del camino, ya sea acusÔndolo de algún crimen o inhabilitÔndolo para que no pueda ser candidato en las próximas elecciones presidenciales.
De hecho, el Ministerio PĆŗblico Electoral de Brasil -una especie de FiscalĆa para los asuntos electorales- ha pedido que la justicia inhabilite a Bolsonaro por ocho aƱos al entender que cometió abuso de poder al criticar el voto electrónico. Criticar el voto electrónico no es ningĆŗn delito, prueba de ello es que, en Alemania, paĆs altamente industrializado, estĆ” prohibido por considerarlo poco confiable.
Lula no es el Ćŗnico miembro del Foro de Sao Paulo en alinearse con China para obtener apoyo polĆtico del gigante asiĆ”tico. El pasado 15 de abril, el tirano nicaragüense Daniel Ortega, sostuvo un encuentro en Managua con el presidente de la Agencia China de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Cidca), Luo Zhaohui. Durante la reunión, en la que tambiĆ©n estuvo presente la vicepresidenta Rosario Murillo, Ortega y Zhaohui ādebatieron sobre la cooperación bilateral y reafirmaron la hermandad entre los Gobiernos de ambas nacionesā.
Por su parte, la presidenta de Honduras, Xiomara Castro, también integrante del Foro de Sao Paulo, cumplió su promesa de campaña y rompió formalmente las relaciones con TaiwÔn. Acto seguido, Beijing confirmó el establecimiento de lazos diplomÔticos con Tegucigalpa. Nada de esto nos puede extrañar, puesto que el propio Foro de Sao Paulo, en su pÔgina electrónica, ha informado de varios encuentros entre esa organización y el Partido Comunista Chino (PCCh), el último de ellos el pasado 15 de marzo, el cual fue inaugurado por Xi Jinping.