«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
la victoria de Milei puede suponer un ejemplo para toda la región

Milei y el oasis de la libertad, en medio del cerco socialista en la Iberosfera

Javier Milei, candidato a la presidencia de Argentina. Europa Press.

Este domingo Argentina elige nuevo presidente. La campaña electoral, que podría ser una más del montón, ha destacado por la presencia del candidato de La Libertad Avanza, Javier Milei, a quien sus formas de presentarse en público lo han transformado en una suerte de rockstar, en medio de su carrera hacia la Casa Rosada.

Milei, un libertario confeso hasta los tuétanos, ha dejado de ser un fenómeno que sólo reviste interés para los argentinos y, precisamente por lo poderoso de su mensaje anticomunista y de defensa de las libertades, es a esta altura un liderazgo político que genera muchas expectativas en buena parte de la Iberosfera.

Pero, ¿por qué el interés en un candidato que tiene una obsesión con la reivindicación del valor de la libertad? La respuesta es obvia, pero vale la pena detallarla un poco.

Históricamente en Argentina el peronismo ha creado una cultura política de intervención estatal permanente, apalancada además en un discurso cargado de un martirologio de izquierdas que, mediante la demagogia de la justicia social, ha creado un entorno de prácticas corruptas que arrancan en los sindicatos y terminan en la propia presidencia de la República.

Esto, lejos de ser algo solamente imputable al actual mandatario del país, Alberto Fernández, ha imbricado profundamente a toda la clase política argentina, desde el criminal kirchnerismo hasta los sectores que en principio han pretendido representar a una suerte de centro-derecha, pero que en el camino han perdido la derecha para aislarse en las indefiniciones de eso que hoy llaman el «centro político».

Cuando Milei arremete contra «la casta», reacciona contra todo aquello. Cuando Milei habla de libertades, reacciona contra todo aquello. Cuando Milei amenaza con dolarizar la economía argentina, reacciona contra todo aquello.

Pero yendo más allá, la importancia del candidato libertario no se reduce solamente al plano local. A fin de cuentas, el kirchnerismo no es más que la expresión argentina de esa izquierda criminal que se ha nucleado en torno al foro de Sao Paulo y que en Caracas tiene al chavismo, como en Brasilia tiene al lulismo, en Quito al correísmo, en Colombia al petrismo, en La Habana al castrismo y en Managua al sandinismo

En ese sentido, nada tan peligroso para ese izquierdismo como la aparición en uno de los países más importantes de la región, de un hombre que reivindica todo lo contrario a lo que ellos practican día a día. Mientras Maduro, Díaz-Canel y Ortega le rompen los huesos a sus países asfixiando sus economías y encarcelando disidentes, Milei propugna libertades aquí y allá. La noche y el día.

Pero la importancia de Milei para la región no queda allí. El abanderado de La Libertad Avanza emerge en un momento en el que el socialismo regional ha entrado nuevamente en una espiral de retrocesos. Ecuador acaba de dar la señal, apartando del horizonte la posibilidad de que el corrupto Rafael Correa pudiese volver al país como si nada, al caer derrotada Luisa González en las presidenciales. En Chile y Colombia tanto Boric como Petro transitan el camino de la impopularidad, encabezando administraciones de Gobierno absolutamente erráticas. En Venezuela, Cuba y Nicaragua no hay mucho más que decir, pues Maduro, Díaz-Canel y Ortega son sujetos deleznables y a quienes no les quiere ni su familia, pero que se sostienen en el poder por tratarse de autocracias puras y duras.

La evidencia está allí, el candidato libertario repudia al chavismo-kirchnerismo-lulismo-correísmo-castrismo-sandinismo no sólo porque estas corrientes han puesto en práctica recetas socialistas que han empobrecido a sus economías, sino también porque las mismas conculcan libertades básicas para el ser humano, utilizando el poder del Estado para perseguir a la disidencia, con el correlato de cárceles llenas de presos políticos, medios de comunicación cerrados y sociedades diezmadas espiritualmente.    

El valor de Milei deja de ser local pues, pese a que es de reconocer que su propuesta radicalmente libertaria emerge en una sociedad con tantos atavismos de izquierda, los alcances de la misma son verdaderamente regionales. Esto en el entendido de que su ascenso al poder puede terminar convirtiéndose en el aliento para que otras naciones de la Iberosfera tengan un referente que marque la diferencia con respecto a los regímenes del Foro de Sao Paulo y el Grupo de Puebla, con todo lo que ello implica.

Así las cosas, las elecciones en Argentina no sólo ponen sobre la mesa la posibilidad de un recambio de nombres dentro de la Casa Rosada, sino que entrañan de suyo un acto político que tendrá repercusiones en toda la región, en tanto que sea posible que en América Hispana se configure una forma distinta de ejercer el poder.

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