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Petro cumple 100 días en el poder mientras Colombia se hunde en la incertidumbre

El presidente izquierdista de Colombia, Gustavo Petro. Europa Press

Gustavo Petro cumplió sus primeros 100 días como presidente de Colombia en medio de un panorama político y económico tan inestable, que el dólar ya ha alcanzado máximos históricos bajo su joven administración.

Con pocas semanas en la Presidencia, ya se han registrado marchas de oposición, reclamos por reformas tributarias, y críticas por polémicas declaraciones de ministros que han generado incertidumbre en el mundo empresarial.

Mientras Petro considera que han sido 100 días exitosos, la oposición colombiana asegura que ha sido un primer trimestre bochornoso, porque el gobierno izquierdista no ha dejado de caer en errores por propuestas divisivas que atentan contra la estabilidad del país.

Petro ya anunció una reforma tributaria llena de imposiciones fiscales, el dólar se disparó a niveles estratosféricos y en vez de generar tranquilidad, asomó la posibilidad de un control de precios y de cambio. A esto se suma una propuesta de transición energética que atentaría contra inversiones en el país.

La propuesta de Petro de abrir la posibilidad de no continuar con nuevos contratos de exploración petrolera causó incertidumbre en algunos sectores, debido a que se trata de uno de los segmentos de la economía que más ingresos le genera a Colombia.

Con solo 100 días en la Casa de Nariño, Petro empieza a asemejarse más a Hugo Chávez Frías, que cualquier otro presidente de izquierda en la región hispanoamericana. Por un lado, ya el mandatario colombiano retomó las relaciones bilaterales con Venezuela abriendo fronteras y reconociendo al régimen de Nicolás Maduro, pero además ahora, empieza a asumir un papel de líder de la región que recuerda al difunto presidente socialista.

Chávez, siempre se mostró como un líder que generaba alianzas internacionales para fortalecer sus ideas. Hoy, Petro asume un papel de líder internacional buscando llenar ese vacío de la izquierda mundial que ni Maduro, Gabriel Boric, ni Alberto Fernández, ni Andrés Manuel López Obrador (AMLO) han podido llenar.

La gira internacional

El pasado 6 de noviembre Petro aterrizó en Egipto para participar en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP27); tres días después viajó a Francia donde se reunió con el presidente de ese país Emmanuel Macron. En Francia el presidente colombiano intervino en el Foro de Paz de París y aprovechó de mediar para normalizar la situación en la Venezuela subyugada por Maduro.

El 10 de noviembre el mandatario participó en el Consejo de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde), en donde habló de “lucha contra la desigualdad” y el camino hacia la transición energética, así como sobre la implementación del acuerdo de paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

Para algunos sectores afines al presidente colombiano, sus intervenciones lo están convirtiendo en un líder mundial contra el cambio climático.

Por su parte, analistas y estrategas políticos como Guillermo Henao, han señalado que Petro “quiere posicionar su gobierno como una nueva izquierda”, con el objetivo de abrirse espacio en el mundo “como un líder capaz de llevar temas globales”.

Colombia era el único país de la región que no había caído en manos de la izquierda y el socialismo; sin embargo, ahora está en manos de Petro que —tal y como lo hizo Hugo Chávez en Venezuela— podría destruir todo lo que se ha construido, sobre todo en la lucha contra el narcotráfico y las relaciones bilaterales con su principal socio comercial, Estados Unidos.

Joseph Humire, experto en seguridad global y director ejecutivo del Centro para una Sociedad Libre y Segura, ha explicado que la llegada de Petro a la Presidencia preocupa por sus alianzas con los líderes políticos de izquierda más “antiamericanos” de la región hispanoamericana.

“Lo principalmente negativo de esto es la red en la que se mueve Petro. Él no es un político sin alianzas, él es un político antiguo de Colombia y tiene además mucha simpatía con los políticos más antiamericanos en Hispanoamérica”, dijo.

El especialista considera que gobiernos de esta región quieren poner a países como Estados Unidos en una posición debilitada y “van a trabajar para eso”.

“Ese fue el proyecto de Chávez, de Evo Morales, de los Castros y ahora puede suceder con Petro”, agregó Humire, quien advirtió que el actual presidente colombiano podría convertirse en el próximo Hugo Chávez, como principal líder de la izquierda en la región.

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