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SE DESEMPEÑARÁ COMO DIRECTORA del Departamento Administrativo de la Presidencia

Petro designa en un importante cargo a Laura Sarabia, la exfuncionaria destituida tras el primer gran escándalo político de su Gobierno

Gustavo Petro y Laura Sarabia. Twitter

Laura Sarabia, la exfuncionaria que hace siete meses se vio obligada a renunciar al cargo de jefe de gabinete de Gustavo Petro y quien desde el inicio de su Gobierno aparentemente se convirtió en el poder detrás del poder, vuelve por la puerta grande al Ejecutivo colombiano.

Sarabia fue nombrada este viernes como directora del Departamento Administrativo de la Presidencia de la República de Colombia (Dapre), un puesto que, a todas luces, es aún más importante que el que originalmente tenía dentro de la administración petrista.

Hace poco volvió a las funciones de Estado tras ser ubicada como directora del Departamento para la Prosperidad Social (DPS), una posición desde la que labró su regreso a las altas esferas de la política colombiana.

Curiosamente, durante el acto en el que Sarabia reemplazó a Carlos Ramón González a la cabeza del Dapre, Petro evitó hacer comentarios sobre su nombramiento. En el evento, en el que juraron sus cargos administrativos otras personas, el jefe de Estado de Colombia se limitó a decir que «Varios nos conocemos ya».

El escándalo desatado por Laura Sarabia

En enero del año pasado Laura Sarabia protagonizó un escándalo mientras era jefe del gabinete petrista. En esa ocasión denunció públicamente a quien entonces fungía como la niñera de su familia, Marelbys Meza, a quien responsabilizó del robo de un maletín que contenía más de 6.000 euros en efectivo.

Estas denuncias generaron la intercepción ilegal de las líneas telefónicas de Meza, quien incluso fue llevada a declarar de manera clandestina a una oficina ubicada cerca del presidencial Palacio de Nariño en Bogotá, donde fue sometida a una prueba de polígrafo sin ningún tipo de orden judicial que justificara la medida.

El mal manejo de la situación desató un vendaval en la opinión pública colombiana, quien comenzó a cuestionar las ejecutorias arbitrarias del Gobierno de Petro. Posteriormente el escándalo incluso se vio incrementado, cuando se filtraron a la prensa conversaciones vía Whatsapp entre Sarabia y un viejo amigo suyo, el entonces embajador en Caracas, Armando Benedetti.

En los intercambios, en los que salieron a relucir reclamos de Benedetti ante lo que él consideraba eran desplantes por parte de la Administración de Petro, el exfuncionario mencionaba a Sarabia enormes cantidades de dinero que presuntamente él personalmente gestionó para apuntalar la campaña del actual presidente colombiano, dejándose en el aire un mar de dudas sobre la legalidad de dichos fondos.  

Ante la crecida de la polémica Benedetti y Sarabia terminaron renunciando a sus cargos. Sin embargo, la imagen pública de Petro no ha sido la misma después de aquello, como lo demuestran todos los sondeos de opinión en los que el líder izquierdista ha perdido decenas de puntos de popularidad desde entonces.

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