El intento de asesinato contra el senador colombiano y candidato presidencial Miguel Uribe ha puesto de nuevo el foco sobre el presidente Gustavo Petro y ha dejado en evidencia la complacencia que PSOE y PP mostraron con el dirigente izquierdista durante su visita oficial a España.
En aquel viaje en 2023, Petro fue recibido y agasajado por el Gobierno de Pedro Sánchez, por el Congreso de los Diputados y hasta por el Ayuntamiento de Madrid, en una gira institucional que VOX denunció desde el primer momento como una operación de blanqueamiento de un dirigente con un pasado criminal y vínculos con el narcocomunismo iberoamericano.
El Consejo de Ministros, a propuesta del entonces ministro de Asuntos Exteriores, concedió a Petro el Collar de la Orden de Isabel la Católica, una de las más altas distinciones del Estado español. En el Congreso, durante una sesión conjunta de las dos cámaras, diputados y senadores del PSOE, del separatismo y también del Partido Popular rompieron en aplausos tras las palabras de bienvenida de la presidenta de la Cámara, Meritxell Batet. El propio Alberto Núñez Feijoo se levantó para aplaudir, sumándose así al homenaje institucional.
El grupo parlamentario VOX fue el único que se opuso. Sus diputados abandonaron el hemiciclo como gesto de protesta, y su presidente, Santiago Abascal, lo dejó claro: «Petro es a Colombia lo que Otegui es a España, un terrorista no arrepentido«. Abascal denunció que el presidente colombiano venía de insultar a España y que estaba siendo premiado por un Gobierno «sumiso ante los enemigos de las libertades».
La agenda de la visita también incluyó un acto solemne en el Ayuntamiento de Madrid, donde el alcalde popular José Luis Martínez-Almeida entregó a Petro la Llave de Oro de la ciudad. «Excelencia, en testimonio de amistad y de reconocimiento al pueblo colombiano, le hago entrega de la Llave de Oro», dijo el regidor.
Hoy, con Miguel Uribe convertido en víctima de un atentado político tras ser señalado públicamente por Petro, resuenan las advertencias que VOX ya lanzó en su momento. «Tiene un pasado de sangre del que no se ha arrepentido», dijo entonces Abascal, recordando la pertenencia de Petro al grupo armado M19, responsable de asesinatos, torturas y de la masacre del Palacio de Justicia en 1985.
Mientras VOX alertaba sobre los riesgos de respaldar a un líder vinculado al Foro de Sao Paulo, PSOE y PP optaron por respaldarlo. Hoy, el blanqueamiento es un hecho, y las consecuencias ya no son una hipótesis: son disparos contra la oposición colombiana, mientras el régimen de Petro avanza.