«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
LUISA GONZÁLEZ Y DANIEL NOBOA…

Una defensora de Correa y el candidato que conquistó el voto joven disputarán el balotaje en Ecuador

Daniel Noboa y Luisa González, candidatos presidenciales de Ecuador. Milenio

Ya es oficial que Ecuador tendrá segunda vuelta electoral. Por la noche del domingo 20 de agosto se definió que ningún candidato presidencial tuvo suficientes votos para imponerse en una sola vuelta. El resultado fue sorpresa para muchos, pues un candidato que tenía 3 % de la intención del voto en los sondeos antes del debate terminó con más del 20% y entrará a segunda vuelta.

Se trata de Daniel Noboa Asín, quien podría ser el presidente de menor edad en la historia del Ecuador. Tiene apenas 35 años y apeló precisamente al voto joven que mueve las elecciones. Las personas entre 18 y 42 años fueron quienes más influyeron en el último sufragio.

«El voto joven es el que marca hoy la tendencia en Ecuador»

Su candidata a vicepresidente, Verónica Abad, dijo en una entrevista que «el voto joven es el que marca hoy la tendencia en Ecuador». A ese sector apuntaron y ganaron. Una particularidad que se debe conocer de la política ecuatoriana es que debe haber representatividad regional en el binomio presidencial. Si el candidato a la presidencia es de la costa, la candidata debe ser de la parte andina (la sierra). Abad es de Cuenca, Noboa de Guayaquil. Abad se ha destacado fomentando el emprendimiento en su provincia natal.

Abad ha resaltado además por enfrentar a la par la agenda de la corrección política. Se ha consolidado como una figura provida, pro libre mercado y abiertamente a favor de Trump y Bolsonaro. Lo cual le ha convertido en tendencia en redes sociales, a favor y en contra.

La situación es similar al fenómeno de Javier Milei en Argentina, donde su binomio, Victoria Villarruel, pertenece al eje patriótico que le gana el voto católico y conservador. Con la diferencia que Milei ha denunciado frontalmente el adoctrinamiento en materia sexual y es provida. Y sobre todo ha sabido diferenciar sus declaraciones polémicas del plan de gobierno. En Argentina ganaron el voto joven por medio del discurso anti-sistema, contra la agenda progre.

Mientras que ADN, el partido de Noboa, cede a la agenda en varios puntos. Para comenzar, en el debate presidencial destacó a la Agenda 2030 en temas climáticos. En su plan de gobierno tiene apelaciones a la comunidad LGBT, con objetivos que incluyen financiar tratamientos hormonales para los trans con el dinero del contribuyente ecuatoriano.

La elección se definirá el 15 de octubre en segunda vuelta y el binomio deberá determinar cuál es la línea que se impone. Pues Noboa asegura ser de «centro-izquierda» e incluso señaló al difunto candidato presidencial Fernando Villavicencio como un “sindicalista de derecha”. Es decir, en un intento de vincular a todos sus rivales a la derecha (Otto y Topic), lo hizo incluso con quien fue de izquierda toda su vida.

En ese combo incluyó a Guillermo Lasso, marcándose a sí mismo como un antes y después en la política. Cuando la realidad es que Lasso en todo momento dijo no ser de izquierda ni derecha y en la práctica su gobierno fue frontalmente “progresista”, es decir de una izquierda posmoderna, esto se ve claramente en las decisiones que adoptó en materia de impuestos.

El grueso de la población mayor votó por el candidato asesinado: Fernando Villavicencio. Su sustituto, Christian Zurita, ocupó el tercer lugar.  Aunque fue víctima de un magnicidio, su rostro todavía aparecía en la papeleta electoral. El sentimentalismo y la sed de justicia impulsaron su voto, en un afán de lucha y reacción contra los criminales que lo mataron.

Fue un mensaje claro al crimen organizado, los ciudadanos no tienen miedo. En su lugar estuvieron tanto Zurita como la ambientalista Andrea González, pues a partir de esta elección hay “paridad de género”. Es decir, el binomio presidencial debe ser hombre-mujer.

Solo un partido presentó una candidata a la presidencia: Luisa González. Desde el mercadeo una estrategia atractiva e incluso heroica. Sin embargo, insuficiente para ganar una elección. Eso sumado al hecho que su desempeño en el debate no fue sobresaliente.

Aunque el feminismo ostenta que busca más representación femenina en la política, solo aplica cuando son sus coidearias. Si bien no hay una voz única del feminismo, ya está en marcha una campaña en contra de Luisa. Acusan que de nada sirve una mujer en el poder si es el títere de un hombre, en este caso de Rafael Correa. Así han sido retratadas las mujeres de su partido: sumisas ante el macho alfa.

Ella misma anunció que Correa será su asesor. Y no es el único. Estuvo presente nada menos que Pablo Iglesias el día de las elecciones. Luego que Lenín Moreno le dio la espalda a Correa y desintegró UNASUR e incluso demolió en su gobierno la sede de Alianza País (el partido de ambos), al parecer el expresidente socialista apostó no por capacidad sino por lealtad.

Es más, Luisa fue criticada abiertamente como «bruta» nada menos que por el campeón mundial de Artes Marciales Mixtas, el ecuatoriano Chito Vera. A su vez, el luchador sirvió de propaganda a favor de Noboa. Dado que ganó un combate apenas una noche antes de las elecciones y este lo ha apoyado públicamente en su candidatura.

Por último, triunfó la agenda ambientalista en Ecuador. Sin debate ni mayor información al respecto, los ecuatorianos votaron por dos cuestiones ambientales en el mismo sufragio. A nivel nacional se votó «sí» o «no» respecto al alto a la extracción petrolera en el Yasuní, una reserva ecológica.

Como ya se dijo en una nota anterior en La Gaceta de la Iberosfera, actores internacionales, literalmente de Hollywood, intervinieron en las elecciones. Entre ellos Leonardo Di Caprio, que produce 481,4 millones de toneladas de dióxido de carbono con su yate operado con diesel, pidió a los ecuatorianos que no extraigan petróleo del Yasuní.

En cambio los moradores de la provincia más afectada votaron mayormente por el NO. Por más de 15 % superaron los que quieren seguir extrayendo petróleo en la zona. Como referencia, la extracción en ese bloque del Yasuní produce 1200 millones de dólares, el doble del gasto en salud pública (sanidad). Y para colmo va a costar más de 400 millones de dólares retirar la maquinaria. Por eso y más los moradores de la zona se oponen. En síntesis, una mayoría se opuso sobre una minoría. Y al hacerlo quitó más de 200 millones de dólares en empleos y más de 1.900 millones de dólares en inversiones.

Dicho voto pone en jaque al siguiente presidente, pues tendrá solo 12 meses para retirar la maquinaria y su gestión durará poco más de 18 meses. Noboa anuncia tener un plan para lograrlo, ya que no lo ve como un obstáculo para el desarrollo. Mientras que Luisa pretende ser la sucesora del gobierno del socialismo XXI que empezó la explotación. De manera que deberá presentar pronto un plan de acción o bien apelar a derogarlo para cumplir con la voluntad de los verdaderamente afectados y no por someterse a la dictadura de las mayorías, y mucho menos a agendas globalistas.

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