«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
La Gaceta de la Iberosfera
Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.
Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

Advertencia necesaria sobre la misa

Creo que era necesario hacerla vista la deriva de algunos. Y si aquí no permito propagandas protestantes o ateas tampoco lo haré de sedevacantistas. A otros árboles a hacer ese nido.

Sobre la misa cada uno piensa lo que le da la gana. Muchísimos millones ni saben que existe la misa, otros piensan que se trata de una superchería religiosa y los católicos creemos que es la renovación incruenta del sacrificio de Cristo en la Cruz por el que el pan y el vino se convierten en su Cuerpo y en su Sangre.

Dicho esto quien custodia ese altísimo misterio de nuestra fe es la Iglesia. Y la Iglesia está con Pedro y bajo Pedro. Y puede introducir, y de hecho las ha introducido, variaciones en el rito en el que lo único sustancial y sin lo cual no hay misa son las palabras de la consagración y la materia sobre las que se pronuncian por el sacerdote. Lo demás son añadiduras que se pueden variar si la Iglesia en un momento dado considera que debe hacerlo. Y lo hizo en 1970. Pues a eso deben estar los católicos.

Claro que pueden pensar que la anterior era más bella, más cuidadosa del misterio, más pesada, más ininteligible, mejor, peor…Lo que se quiera. Pero la autoridad sobre la misa es la Iglesia y no cualquier particular, laico, cura u obispo. Pues eso es lo que hay. Si alguien cree que la nueva misa, no la ocurrencia de cualquier imbécil, no es absolutamente santa esa persona, por mucho que lo adorne, no es católica. Las puertas del infierno habrían pervalecido, la palabra de Cristo letra muerta y quien eso sostiene se ha alejado de la Iglesia sosteniendo el libre examen.

Yo digo lo que es la misa y sólo es misa lo que yo digo. Y es igual que ya cinco Papas digan otra cosa y celebren otra cosa. Yo soy más listo que nadie y Pablo VI, Juan Pablo I, Juan Pablo II, Benedicto XVI y Francisco unos pobres imbéciles cuando no unos apóstatas. Como monumento a la soberbia y a la petulancia no está mal. Y a la estupidez también. ¿Qué además todos los obispos del mundo y la inmensísima mayoría de lso católicos sostienen lo mismo? Una panda de imbéciles que no saben nada de nada. Menos mal que yo soy aquel de quien Cristo dijo que sobre mi piedra, o mejor sobre mi adoquín, edificaría su Iglesia.

Quien no acpte ésto está de más en este Blog. Debe buscarse uno sedevacantista en el que seguramente no le leería nadie. Oposición a misas que son profanaciones, defensa del modo extraordinario sin negar la validez del ordinario, explicaciones sobre la bondad del uno o del otro, las que se quieran. Negación de la validez del modo ordinario aquí, no. Se ha equivocado de Blog aunque sea por el otro extremo que otros.

Y no vengan con que la indefectibilidad de la Iglesia no es a todo lo que ella hace porque ese Mediterráneo lo conocemos todos y nadie tiene que descubrínoslo. Y el Papa no es infalible en la elección del color de sus zapatos o viviendo en Santa Marta o en los palacios vaticanos. Puede no gustarnos Kasper, aunque a Francisco le encante y nadie tiene que hacerse del San Lorenzo de Almagro. Pero la misa es algo demasiado serio como para pensar que la Iglesia nos ha dado una misa que no es válida, que es herética o que lleva a la condenación eterna. Repito, memeces de esas aquí, no. Y ya no digo nada del que se dice católico y si no tiene una misa por el m.e. a mano se queda los domingos que sean sin oírla por no mancharse con una novus ordo. Esa persona, por muy San Atanasio que se crea, está pecando gravemente. Salvo que sea inimputable por su deterioro mental. 

TEMAS |
.
Fondo newsletter