La persecución a los Franciscanos de la Inmaculada continúa.
Ahora es Tosatti, otro conocido vaticanólogo, quien la denuncia.
Y en un periódico de solera.
Es otro hecho incomprensible del pontificado de Francisco que no le favorece nada. Porque a estas alturas nadie sabe nada sobre los atroces delitos que han podido cometer estos pobres frailes y mucho sobre la durísima persecución de la que están siendo objeto. Y naturalmente estas cosas llevan aparejado un precio.