Lo que se contradice totalmente con los propósitos, ¿o los camelos?, de apertura, progreso, colegialidad…
Naturalmente eso no ha despertado aplauso alguno. De nuevo lo expresa Tosatti:
El ocultismo ha vuelto al Vaticano con este Papa que de boquilla parece sostener todo lo contrario. ¿Por qué ese temor a la luz? Muy preocupante.
Y además no va a servir de nada porque siempre habrá alguien que lo cuente. ¿No sabemos hasta lo ocurrido en los Cónclaves?