También alguna vedruna con hábito. Cosa que verdaderamente me ha sorprendido. Lo otro, campos de soledad, mustio collado. Mustísimo. Un geriátrico. En Orense a calasancias y vedrunas les queda nada. Aunque estén ya se han ido.
La fotografía completa también en el enlace. Hoy me salen desmesuradas. Como desmesurada es ya su decadencia. Triste ruina de lo que antaño fue vital presencia.
http://vidaconsagradaourense.blogspot.com.es/2014/05/22-mayo-santa-joaquina-vedruna.html