El multimillonario globalista Bill Gates, un particular que actúa como si tuviera mando en plaza sobre los habitantes del planeta, no está tranquilo con la idea de que no estemos constantemente controlados, y su última iniciativa consiste en instar a los países de todo el mundo a adoptar su plan de «identificación digital», con el objetivo de que todos «prueben su identidad».
En la red social Twitter/X destacó que «850 millones de personas» en todo el mundo todavía «carecen de identificación que acredite su identidad». Por alguna razón, eso le quita el sueño al fundador de Microsoft.
850 million people lack ID that proves their identity. As a result, they're shut out of a lot of services that could change their lives.
— Bill Gates (@BillGates) August 21, 2023
That's why I'm so excited about MOSIP, an open-source technology that could dismantle barriers worldwide. #G20India https://t.co/GmDyic591S
Gates defiende la Plataforma Modular de Identificación de Código Abierto (MOSIP) como la solución global para proporcionar identificaciones digitales para todos. Gates ve a MOSIP como una «solución inclusiva» para crear un «sistema global de identificación digital», calificándolo de «un remedio formidable» para «desmantelar las barreras» que enfrentan innumerables personas sin una identificación adecuada.
La Fundación Bill y Melinda Gates acaba de invertir diez millones de dólares en MOSIP. Además, la Fundación Gates colabora con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas para promover esta tecnología.
El objetivo principal de la Fundación Gates es promover un sistema de identificación digital universal. Si bien el discurso inicial es para países de ingresos bajos y medios, la visión es global. Sin embargo, los activistas en pro de la privacidad tienen serias objeciones sobre MOSIP. Para empezar, y aparte de la evidente violación de toda privacidad, el sistema promovería la exclusión social de quienes no adopten el sistema.
Gates, la ONU y los partidarios de MOSIP la etiquetan como la solución «inclusiva». Filipinas fue pionera en su adopción, a la que se unieron 11 naciones africanas. Hasta la fecha, se han emitido más de 90 millones de identificaciones digitales en Filipinas, Etiopía y Marruecos.
Pero los riesgos de recopilar semejante cantidad de datos personales son evidentes. Personalizar MOSIP para cada país significa manejar enormes datos personales. Con un ecosistema de más de 80 proveedores, las vulnerabilidades de violación de datos aumentan. Si bien MOSIP brinda capacitación y certificación, la gestión de múltiples proveedores plantea desafíos de seguridad de los datos. El objetivo de registrar mil millones de personas en los próximos diez años no hace más que aumentar estas preocupaciones.
La Fundación Gates considera que las identificaciones digitales son cruciales para desarrollar la infraestructura pública digital (DPI). Los partidarios del DPI creen en su potencial para el crecimiento económico. Pero no se pueden restar importancia a las amenazas a la privacidad. Si la identificación digital se vuelve obligatoria para las tareas diarias, podría excluir a quienes no cumplan con las regulaciones. Por ejemplo, un problema en las redes sociales podría negarle a alguien el acceso al transporte público.