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«Los utilizan para recalcular cuánto han estirado la ventana de Overton»

Relatores Especiales, los Cuasimodos que permiten a la ONU intervenir sin mancharse las manos

Relator Especial de la ONU sobre cuestiones de las minorías, Fernand de Varennes

El viernes pasado, un grupo de Relatores de ONU emitió una comunicación contra las leyes de concordia de PP y Vox. Inmediatamente, los medios y las agencias de noticias difundieron la proclama de manera más o menos maliciosa, más o menos maniquea, diciendo que «la ONU» instaba a España a adoptar medidas contra las dichosas leyes. La buena nueva corrió veloz por la progresfera, así que políticos nacionales e internacionales, medios, influencers y militantes abrazaron la noticia creada por estos «Cuasimodos».

Poco más tarde, algunos medios y pocos políticos salieron a aclarar que no era en realidad la ONU sino unos Relatores, y que no son del todo representantes de la ONU, que la ONU no les paga y otras medias verdades para tratar de quitarle, a la comunicación, el barniz de legitimidad que les daba la sigla ONU. Y hete aquí el problema, el triste yerro en el que convendría no volver a caer.

Cuesta entender que Naciones Unidas, un gigantesco, pútrido e inconmensurable entramado de burócratas, tenga aún el dichoso barniz de legitimidad. Desde su fundación, la organización ha crecido hasta convertirse en un “Sistema” que contiene una multitud de organizaciones, instituciones, comités y grupos actuando en nombre de las Naciones Unidas, por todo el mundo.

El “Sistema ONU” no es sólo un enorme aparato de burocracia interna, sino que encastra perfectamente con la burocracia de todos los países del mundo. El “Sistema ONU” no es una conspiración de 4 locos poderosos, es una maquinaria con vida propia autorregulada, poderosa y voraz. No es que existe para promover agendas sino que existe porque promueve agendas, nótese la sutil diferencia. El “Sistema ONU” se retroalimenta de promover agendas que demanden leyes, programas, fondos y regulaciones

El “Sistema ONU» es un vehículo para que el descomunal entramado burocrático se imponga al mundo sin depender de ninguna legitimidad política. En este enorme aparato de poder prevalece una ideología que podríamos llamar progresista o woke; entonces, el “Sistema ONU” dirige sus esfuerzos para imponer dicha visión, ni más ni menos. Todo lo que ataque a su ideología ataca al “Sistema ONU”.

Dentro del “Sistema ONU” existe la figura de “Relator Especial de la ONU”, un cargo nombrado por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU. ¿Qué hace un Relator Especial? Escribe cartas formales (o sea tienen aval de ONU) a los gobiernos llamadas “comunicaciones” y ahí involucran a las autoridades locales a través de reuniones, seminarios y otros eventos, en temas sobre los que pueden estar involucrados los DDHH. El Relator también realiza recomendaciones y escribe informes temáticos que se presentan en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU y en la Asamblea General de la ONU cada año. 

Como se verá, es un chiringuito circular, un circuito cerrado de argumentación y estulticia, una herramienta que sirve literalmente para cualquier cosa, la llave maestra del lobby, una selección de Cuasimodos que le permiten a ONU hacer la tarea sucia, intervenir, moralizar, presionar y socavar sin mancharse mucho las manos. Y es por eso que los “Relatores” dicen que se desempeñan como voluntarios y son independientes de las Naciones Unidas. Pero esto no es real, no cualquiera es Relator ya que debe pasar por el filtro del “Sistema ONU” para ser acogido y alguien les paga para andar por el mundo opíparamente haciendo sus cositas. Que su financiación sea turbia es peor que decir que los mantiene ONU.

La mejor parte de esto es que el Consejo de Derechos Humanos de ONU no está formado por todos los Estados, sino sólo por un puñado de países. O sea que sólo un puñado de países puede nombrar Relatores. Pero resulta que las dictaduras más asesinas del mundo están sobrerrepresentadas en dicho consejo y son de quienes depende el Foro Social de DDHH de ONU que es “un espacio único para un diálogo abierto e interactivo entre los actores de la sociedad civil, los representantes de los Estados Miembros de las Naciones Unidas y las organizaciones intergubernamentales”.

Vale decir que el paradigma sobre la protección de los Derechos Humanos mundiales es el que determinan los tiranos que gobiernan en Irán, China, Cuba, Eritrea o Vietnam, por ejemplo ¡todos violadores seriales de DDHH! Si no fuera una tragedia sería muy gracioso. En consecuencia, el sesgo de este Consejo a la hora de elegir Relatores, emitir condenas y promover investigaciones es un alarde de hipocresía cínica en toda regla. 

Sin embargo, se trata de una de las mayores herramientas para promover la cosmogonía del “Sistema ONU” y es por eso que la selección de los Cuasimodos tiene especial importancia. Cuando se creó ONU, la excusa era promover “La paz mundial», (terreno en el cual no consiguieron un solo éxito) pero dicha prioridad trocó en garantizar esta particular visión de los derechos humanos. Los derechos humanos de ONU son los que le sirven al “Sistema ONU” y es por eso que ni se despeinan si están regidos por las peores dictaduras y responden a la ideología woke.

Se trata de herramientas de poder, no responden a ninguna lógica ni razón, no rinden cuentas, son contradictorios entre sí, pero tienen la ventaja de necesitar mucha burocracia y dinero, que es lo que alimenta al “Sistema ONU”. El matrimonio por conveniencia entre el wokismo y las dictaduras del mundo son las que permiten que el Consejo de DDHH de ONU condene decenas de veces a Israel y ni una sola vez a Arabia Saudí, China, Cuba, Vietnam o Venezuela.

Existen una serie de directrices sobre las que se organiza la visión de los derechos humanos del “Sistema ONU”. Mayormente se agrupan bajo las siglas SDSR, SOGI, EIS y ODS. Los SRHR (Salud y Derechos Sexuales y Reproductivos) se basan en los derechos a que se respete su integridad corporal, privacidad y autonomía personal; su orientación sexual, decidir si casarse, cuándo y con quién, si tener hijos y todo libre de discriminación, coerción, explotación y violencia. Nótese que absolutamente nada de esto se respeta en las dictaduras que rigen el Consejo de DDHH. Detallito.

Los SOGI y EIS son las directrices más nuevas y profundamente woke. SOGI significa «Orientación sexual e identidad de género» y defiende los derechos a la autodeterminación. ONU ha creado puestos “Cuasimodos” destinados a insertar en las naciones soberanas la línea SOGI. Uno de ellos es Víctor Madrigal-Borloz, que ha afirmado que “es obligación de los estados reconocer y brindar reconocimiento legal a la identidad de género basada en la propia identificación” convirtiendo así a la disforia en un derecho internacional.

Luego están los EIS (Educación Integral en Sexualidad) que es el “derecho de todos los niños” a recibir los “conocimientos, habilidades, actitudes y valores que necesitan para determinar y disfrutar su sexualidad”. Es por eso que paralela y coordinadamente todos los países de occidente se vieron subyugados por una forma de educación sexual (la famosa ESI) que nada tiene que ver con la que se impartía desde hacía décadas basada en la información, para pasar al modelo de adoctrinamiento en autodeterminación e hipersexualización.

Todo este menjunje sale de la usina de la “promoción” de los DDHH del “Sistema ONU”, fuente inagotable de foros, comisiones, Expertos y Relatores que llevan las directrices a todos los rincones del globo. 

Finalmente están los más famosos, los ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible) conocidos por el gran público como la AGENDA 2030. Los ODS son el parámetro a nivel mundial de asignación de políticas públicas y de recursos. Por eso, pensar que los Cuasimodos de ONU trabajan gratis cuando se trata de los auténticos apóstoles de una millonaria agenda es entre ingenuo y lelo. Todo el Sistema ONU está atravesado por siglas y agendas, porque el sistema depende de la proliferación de esas agendas para sobrevivir económica-política y socialmente.

La orientación ideológica hoy es esta, podría ser otra, pero la constante generación de burocracia es la que rige sus acciones. Se trata de un poder ilimitado bajo la bandera de los «derechos humanos universales» cuya universalidad sólo rige en los países occidentales, y curiosamente el “Sistema ONU” condena selectiva y sesgadamente las violaciones dependiendo de los informes de los famosos Relatores.

Ahora bien, para colonizar los sistemas burocráticos de cada nación, el Sistema ONU depende de estos Cuasimodos “Relatores independientes”. Son esos personajes arrastrados e indignos que hacen las tareas más bajas, capaces de los mayores cinismos y con la patente de corso que les entrega el “Sistema ONU”. Su labor no está arraigada en la verdad, son ejecutores de la hipocresía, de la manipulación del lobby de ONU.

Por ejemplo, desde el comienzo de la guerra en Israel, una Relatora de ONU se ha convertido en la estrella del relato pro-Hamas. Viene siendo la legitimadora de la “causa palestina” en los medios, foros, redes y otras plataformas. Se trata de Francesca Albanese y es «Relatora especial de la ONU sobre la situación de los derechos humanos en los territorios palestinos ocupados desde 1967». Nótese que el título lo pone ONU, dando por sentada la narrativa de la izquierda que hoy vandaliza las universidades del mundo.

Albanese también dice ser “independiente” a pesar de sus numerosos escritos y discursos donde dice que “Israel es una dictadura militar” y de estar casada con Massimiliano Calì, alto funcionario de la Autoridad Palestina. Albanese ha sido condenada por su antisemitismo flagrante por diversos países y sin embargo ONU la sostiene como relatora porque de esa manera sus “informes” sirven para legitimar las argumentaciones antiisraelíes.

Otro caso ejemplar es Ahmad Shaheed, “Relator Especial de la ONU sobre la libertad de religión” que sostiene que: “Los Estados tienen la obligación de garantizar a todos, incluidas las mujeres, las niñas y las personas LGBT+, un derecho igualitario a la libertad de religión o de creencias, incluso creando un entorno propicio donde pueda manifestarse una autocomprensión pluralista y progresista”. En teoría el trabajo de Shaheed, es proteger la libertad religiosa, pero en cambio su agenda vuelve a ser la identitaria de género, redefiniendo la fe religiosa y, por lo tanto, quién tiene o no derecho a la protección de la libertad de religión.

Por cierto, es habitual partícipe de foros de extrema izquierda como el organizado en Buenos Aires, sobre «Libertad de religión o creencias e igualdad de género«, organizado por el CELS, el think tank de la izquierda setentista argentina que inventó el relato kirchnerista.

En el caso particular de los Cuasimodos…ehhh, relatores que condenaron las leyes de concordia de PP y VOX, es interesante destacar que lo hicieron a pedido del gobierno de España en manos del PSOE para ir en contra de los partidos que están en la oposición, vale decir, una clara interferencia política. Uno de ellos es el argentino Fabián Salvioli, invitado de honor de Izquierda Unida en el Congreso en 2018. En uno de sus escritos Salvioli decía “De Emir Omar Salvioli aprendí la militancia” haciendo referencia a su padre, el conocido dirigente socialista argentino.

Salvioli tiene un par de eventos de intromisión a favor de los movimientos de izquierda famosos, uno de los cuales se destinó a enfrentar a ONU con el gobierno de Bolsonaro. La comunión ideológica de Salvioli con los movimientos de izquierda es un patrón en los nombramientos de los relatores de ONU. 

Otro de los firmantes contra las leyes del PP y VOX es el relator especial Morris Tidball-Binz, gran adulador del gobierno del kirchnerista Alberto Fernández. Tidball-Binz nació en Chile pero dice que se siente «un 98 por ciento argentino», y habla orgulloso de su paso por Abuelas de Plaza de Mayo: “Fue en junio de 1984, un evento que se hizo gracias a Abuelas y la Conadep en La Plata. Una conferencia a la que asistí un poco de casualidad y estaban entre otras Chicha Mariani y Estela de Carlotto. Me puse a traducir y me enganché porque esta gente necesitaba intérpretes para algunas de las pericias. Luego pasó que en esa visita el juez Juan María Ramos Padilla (juez ultra kirchnerista amigo del judeófobo dirigente Luis D´Elía) ordenó una exhumación”

¿Por qué el “Sistema ONU” usa a estos Cuasimodos? Porque cada tanto estiran tanto la ventana de Overton que es necesario recalcular. Estos personajes son la vanguardia del sistema, son los que empujan la racionalidad, los que presionan, los que falsean. El “Sistema ONU” los mantiene porque su tarea es fundamental para testear la tensión dentro de las sociedades sobre diversos temas. Operan con el paraguas de los DDHH, eterno legitimador de las barbaridades de ONU, y a no confundirse, no son ni independientes ni ajenos a la institución. Son los Cuasimodos de ONU, dispuestos a todo para que el sistema prevalezca.

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