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Le siguen Ucrania y China

Rusia encabeza el Índice Mundial de Ciberdelincuencia que elabora la Universidad de Oxford

Rusia encabeza el Índice Mundial de Ciberdelincuencia que elabora la Universidad de Oxford, por delante de China. Oxford.
Rusia encabeza el Índice Mundial de Ciberdelincuencia que elabora la Universidad de Oxford, por delante de China. Oxford.

Rusia, Ucrania y China conforman el top 3 de países que representan una mayor amenaza según el Índice Mundial de Ciberdelincuencia. Así lo refleja un estudio publicado en las últimas horas en la revista Plos One. Se elaboró tras tres años de investigación de académicos de la Universidad de Oxford y la Universidad de Nueva Gales del Sur. Es significativo que dos países en guerra entre ellos ocupan los dos primeras posiciones mundiales respecto a delitos informáticos.

España no aparece entre los veinte primeros puestos, donde sí están Estados Unidos —en el cuarto lugar—, Reino Unido —octavo— o Alemania —decimoctavo—. Los datos para elaborar el Índice Mundial de Ciberdelincuencia que situaron en primer lugar a Rusia, se recopilaron durante tres años hasta octubre de 2023. Se encuestó a 92 expertos de todo el mundo que trabajan activamente en la investigación de ciberdelitos.

Los científicos pidieron a los especialistas que valoraran la amenaza que suponía cada país teniendo en cuenta cinco variables. Están son el impacto (de los delitos), la profesionalidad, la técnica de sus ciberdelincuentes, las herramientas y malware y el robo de datos. Desde el Departamento de Sociología de la Universidad de Oxford explican que el cibercrimen es en gran medida un fenómeno invisible. El motivo es que los delincuentes habitualmente ocultan sus ubicaciones físicas con protecciones técnicas, por lo que era difícil elaborar una lista de estas características. Tras identificar las principales variables, pidieron a los expertos que nominaran hasta cinco países que como las fuentes más importantes de cada uno de los tipos de delitos.

Uno de los hechos llamativos del estudio se encuentra en la diferencia de puntuaciones de los países más peligrosos. Un pequeño grupo de países representan una parte significativa de la amenaza mundial de la ciberdelincuencia. Rusia recibe una puntuación de 58,39 puntos, mientras que Ucrania y China, los dos siguientes, obtiene. 36,44 y 27,86 puntos respectivamente. Se trata ya de calificaciones mucho más bajas ocupando los tres primeros puestos. Las últimas naciones del ranking obtienen puntuaciones de 1,92 y 1,68, insignificantes respecto a Rusia.

La principal investigadora, la doctora Miranda Bruce, explica que el estudio permitirá a los sectores público y privado centrar sus recursos en los principales centros de ciberdelincuencia. Además, facilitará dedicar menos tiempo y fondos a las medidas contra la ciberdelincuencia en países donde el problema no es tan significativo. «Ahora tenemos una comprensión más profunda de la geografía de la ciberdelincuencia y de cómo los diferentes países se especializan en diferentes tipos», afirma. Y apuesta por continuar recopilando estos datos: «podremos monitorizar la aparición de nuevos puntos críticos para realizar intervenciones tempranas en países en riesgo antes de que se desarrolle un problema grave».

En la publicación de la revista Plos One, otro de los coautores, el profesor Jonathan Lusthaus, argumenta que el índice arroja luz sobre los factores más difíciles de rastrear en estas actividades. «Debido a la naturaleza ilícita y anónima de sus actividades, no se puede acceder fácilmente a los ciberdelincuentes ni se les puede encuestar de forma fiable», confirma. «Si intentas utilizar datos técnicos para mapear su ubicación, también fracasarás, ya que los ciberdelincuentes rebotan sus ataques en la infraestructura de Internet en todo el mundo».

El estudio concluye que la distinción entre la ciberdelincuencia motivada por motivos financieros y la ciberdelincuencia motivada por otros intereses (políticos, por ejemplo) es difusa. Además, comprobaron que los delincuentes que suelen cometer delitos con fines de lucro también pueden participar en actividades patrocinadas por estados.

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