«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
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Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

Acuerdos

24 de febrero de 2016

Todo acuerdo, como todo contrato entre partes, es más o menos válido  en la medida que las partes sean fiables, o tenga detrás el respaldo de un sistema jurídico legal capaz de hacer cumplir lo pactado. En el caso de acuerdos políticos tras los cuales no existe ningún poder vinculante para las partes ni autoridad superior para hacer cumplir lo pactado, no deja de ser una declaración de intenciones que dependerá en cuanto a su materialización de la buena voluntad o conveniencia de las partes de llevar adelante los términos en función de su propia conveniencia.

Si tenemos memoria y recordamos todo lo dicho y afirmado por cada una de estas partes, que ahora pregonan a bombo y platillo la importancia de un acuerdo, no nos queda más que dudar de la trascendencia de dichas declaraciones, ya que un día dicen blanco y otro negro, según les convenga. En todo caso podemos tener una cierta mayor confianza en lo dicho por Cs, ya que, en primer lugar, se estrenan en política nacional, todavía no están condicionados por el poder, y por otra parte carecen del peso necesario como para poder jugar solos, pero el partido socialista y sobre todo el Sr. Sanchez, con su no disimulada ansia por llegar  a la presidencia a cualquier precio, sería capaz de pactar o decir lo que sea con tal de llegar a la Moncloa. Creo que el Sr. Rivera esta pecando de ingenuo si cree que una vez en el poder el Sr. Sanchez no hará todo lo que sea necesario para poder gobernar, aliándose bajo cuerda o públicamente con quien sea, para conservarlo.

No hay más que leerse la ambigüedad y la trampa que se esconde tras el escrito de consulta a la militancia del Sr. Sanchez para darse cuenta de que no se puede uno fiar de de nada de lo que diga. Una vez con el mando Dios dirá…

El pretender chantajear al PP poniéndole en la falaz tesitura de escoger entre un país a la deriva y un gobierno con Sanchez a la cabeza, es una transparente maniobra apelando a un patriotismo que no parecen demostrar los socialistas. Si realmente fuesen patriotas sinceros, el único pacto posible sería el de los tres con el PP a la cabeza, y participes en el gobierno de los tres, aunque tuvieran que irse tanto Rajoy como Sanchez, eso sería patriotismo lo demás es maniobrar para alcanzar un poder que los ciudadanos no le han dado en las urnasa ninguno individualmente considerado.

Desgraciadamente este acuerdo es humo, cualquiera puede incumplir las clausulas una vez en el poder, si es que lo consigue a base de abstenciones, o desviarse del sentido del mismo a conveniencia: de hecho es lo suficientemente ambiguo y vacío de contenido real, son afirmaciones declarativas, como para no atar a nadie, como la consulta a la militancia, pero les deja las manos libres para llevar a cabo el asalto al poder colocando a su gente a lo largo del mandato, Cs carece del poder suficiente para detener a un viejo zorro como el partido socialista.

Al margen de esta tragedia nacional, lo que no cabe duda es que resulta teatral e informativamente cinematográfica esta contienda, con más fuegos artificiales que contenido significativo, una fuente infinita de papel y protagonismo de los medios. Tras un análisis detenido y serio se llega a la conclusión que la mayor parte del ruido y escándalo de esta cuestión está situado en el ojo del huracán informativo, tiene más interés de comadreo que realmente sustancia de fondo.

Le agradezco a Podemos y sus comparsas la sinceridad cruda de sus afirmaciones e intenciones, lo que me sorprende es que haya ciudadanos que las apoyen. Por lo menos son claros: quieren acabar con el sistema e imponer una república anarco-marxista si eso fuera posible. Los demás me confunden: un PP teóricamente de derechas, que con mayoría absoluta practica políticas económicas, ideológicas, sociales y culturales socialdemócratas,  y afirma que en su seno no caben liberales ni conservadores, un partido socialista que se inclina a la izquierda radical que quiere recordar el 36, no hay más ver su política municipal en Madrid, por ejemplo, a quien están apoyando y lo que apoyan,  y sonríe a los separatismos de las regiones más ricas, una izquierda separatista ácrata  unida a una burguesía nacionalista recalcitrante y clasista, CS que no acabo de saber a qué palo juega…

 

Lo único evidente es, que aunque se repitan las elecciones, el país será ingobernable, los ciudadanos sufriremos las consecuencias y las actuales generaciones tendrán que pasar por el desierto hasta que descubran por si mismos  que no da igual quien gobierne, que importa y mucho,  quien lleva la gestión de un país.  

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