«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.
Es licenciado en periodismo; doctor en Economía Aplicada y BA (Hons) en la Universidad de Essex (Reino Unido). Dedicado durante décadas al periodismo económico y de investigación trabajó para El País, Le Monde, Diario 16, Cambio 16, Le Soir, Avui, Radio Nacional de España y El Noticiero Universal. Fue el primer director de Intereconomía Televisión y también director editorial de Grupo Intereconomía. Entre otros premios obtuvo la Antena de Oro de la Televisión por Más se perdió en Cuba.
Es licenciado en periodismo; doctor en Economía Aplicada y BA (Hons) en la Universidad de Essex (Reino Unido). Dedicado durante décadas al periodismo económico y de investigación trabajó para El País, Le Monde, Diario 16, Cambio 16, Le Soir, Avui, Radio Nacional de España y El Noticiero Universal. Fue el primer director de Intereconomía Televisión y también director editorial de Grupo Intereconomía. Entre otros premios obtuvo la Antena de Oro de la Televisión por Más se perdió en Cuba.

‘Arturu’, sin salida

8 de abril de 2014

Creo que fue Séneca quien dijo que el gladiador se forja en la arena. Artur Mas ha eludido la arena. Quizá porque es un gladiador nacionalista de “prêt-à-porter”, porque todavía guarda cierto tino personal que le impide entrar en la cámara de todos los españoles para alardear de su pretendida legitimidad.  El otro “gladiador” (con perdón) es Mariano Rajoy quien parece haberse dado cuenta de que le ofrecen un “contrato de adhesión” más que una solución en un problema inventado por el otro gladiador. Rajoy dijo tener “un plan”. ¿Recuerdan?  Lo cierto es que los españoles piensan que el Gobierno de España, y sus predecesores, han dado pie a que el nacionalismo catalán mutase en independentismo irredento, siguiendo aquello de que “le mots vont plus loin que la pensée” atribuido a León-Paul Fargue. Cuando las palabras van más lejos que el pensamiento algo está descarrilando.

El Honorable Mas se va quedando sin opciones. Ha llegado al “no way out”, está atrapado y sin salida.  El fracaso de la consulta/referéndum, prevista `para el día de la Almudena de este año, le está volviendo un político oblicuo, o por lo menos en un político con “intentio oblíqua”, que para el caso da igual. Si no pone la quimera en manos del pueblo el “tsunami” que ha venido alentando se lo llevará. Eso le obsesiona. Solo le queda la opción de “surfearlo”,  después de haber superado el “point of no return” ya no queda otra  alternativa que el despegue. Pero la legalidad le bloquea la pista. 

Así que recurrirá a lo obvio: lo que depende de él. Mas puede disolver y convocar elecciones cuando quiera. Y como las elecciones autonómicas pueden tener morfología variable. El President Mas puede decidir que sean un plebiscito independentista. Incluso tratar de convencer a ERC de “plataformear”, junto a ellos, la independencia, lo que abriría posibilidades a CiU de dar un abrazo de oso a los republicanos del triángulo masón.

El verdadero cálculo de “Arturu” (como le llamaban los suyos, haciendo gala de un catalán dudoso) es que según como se mueva del independentistas “pata negra” le mandan a casa a leer “Retorno a Brideshead” aquella novela de Evelyn Waugh que describe la muerte de lord Marchmain.  La cuestión es cuando convocar al pueblo catalán a votar la quimera. Eso la ciencia política parece aconsejar no hacerlo el 9 de noviembre, sino antes. El método aristotélico, la matemática de Galileo, la experimentación de Bacon e incluso la lógica de Kant, recomendarían que no consultara después de que lo hagan en Escocia  (el próximo 18 de septiembre). Un “no” escocés retraería a los catalanes.

 

Así es que, no faltarán quienes le recomienden la fecha del 11 de septiembre, “Diada de Catalunya” para el “envido a grande”. La dialéctica con el votante es simple como el mecanismo de un chupete: “Conquistemos en las urnas no que nos niegan las leyes. Abramos un  nuevo proceso constituyente. Luego ya discutiremos a propósito de su legitimidad”.   Cuando eso pase, veremos  cómo anda de forma el gladiador Rajoy, nos miraremos en el espejo del otro -como Lacan- y al menor signo de cansancio, gran lanzada. 

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