«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
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Nacido en Madrid, de madre inglesa, casado y padre de cuatro hijos, es un empresario, abogado y articulista que pasó más de una década inmerso en el mundo de la política madrileña. Sus pasiones son escribir, la empresa y la política.
Nacido en Madrid, de madre inglesa, casado y padre de cuatro hijos, es un empresario, abogado y articulista que pasó más de una década inmerso en el mundo de la política madrileña. Sus pasiones son escribir, la empresa y la política.

Azul que te quiero verde

8 de enero de 2023

Los mayores campeones de la nueva fe del calentamiento global no suelen ser de izquierdas, sino que paradójicamente suelen venir de los campos de la derecha.

Algunos ejemplos son bastante elocuentes. Hay lugares gobernados por la derecha desde hace décadas como Galicia o Castilla León que han permitido que los molinos de viento destrocen sus paisajes y su ecología. La peste de los molinos ha llegado a los montes del interior de Galicia e incluso a sus rías. Lo mismo ocurre con la bellísima provincia de Soria que ha sido literalmente masacrada por los dichosos molinillos. Hoy, Castilla León es la primera región de España en energía eólica.

Estamos en un mundo cada vez más idiota, pero el espectáculo de la izquierda persiguiendo a los pobres sobrepasa todos los límites

Pero también en la derecha hay líderes que pretenden serlo del calentamiento global. Así, el alcalde de Madrid, pese a sus promesas electorales y su voto siempre contrario cuando estaba en la oposición, se ha tragado sin poner resistencia la ordenanza de su predecesora, Manuela Carmena, que prohíbe, entre otras cosas, que unos centenares de miles de vehículos puedan circular por la  M-30. Centenares de miles de vehículos propiedad de centenares de miles de madrileños que van a ver muy coartada su libertad por una razón muy sencilla: carecen de dinero para comprarse un coche nuevo. Sus coches son viejos, dicen, aunque hayan pasado la ITV y estén al día en el pago de sus impuestos de ¡circulación! Estos ciudadanos, ya de segunda, tienen que comprar coches nuevos, idealmente un coche eléctrico de esos que tanto gustan a los progres y que cuestan el doble de un coche normal. Estamos en un mundo cada vez más idiota, pero el espectáculo de la izquierda persiguiendo a los pobres sobrepasa todos los límites.  

El argumento del alcalde Almeida roza el ridículo. Madrid ha mejorado en un 20% su calidad del aire y ya cumple los estándares europeos. ¿Entonces por qué hay que restringir aún más las libertades? 

Para acabar de dibujar este cuadro tan siniestro hay que tener en cuenta que una gran mayoría de las ciudades españolas han suspendido sus planes de restricción de la circulación y bajo amparo legal. En Madrid, no se dan explicaciones de por qué no se suspende la prohibición de circular por la M-30.

Otro ejemplo notorio de una derecha a la cabeza del ecologismo es la de los conservadores británicos. El consenso ecológico en el Reino Unido es casi unánime. Y se promueve tanto desde la derecha como la izquierda. Incluso se plantean aberraciones tales como calcular la tasa de carbono que emite una familia y una vez superada su tasa anual y restringir sus movimientos completamente hasta encerrarlos en sus casas. Ya hay proyectos en algunas ciudades para poner en marcha esta legislación. Y repito, hablamos del Reino Unido, que siempre ha sido un ejemplo de democracia y de respeto a las libertades.

Se plantean aberraciones tales como calcular la tasa de carbono que emite una familia

El «wokismo» está tan instalado en Reino Unido, ha impregnado a la sociedad y es tan poco lo que han hecho los tories para combatirlo que incluso hay una cierta alarma por un cambio demográfico en el electorado que puede generar una hegemonía electoral muy larga del laborismo. Hoy los menores de treinta años votantes de la derecha apenas llegan al cinco por ciento. Desde esta base tan exigua será muy difícil que a medida que pasen los años, y llegue la maduración personal, se pasen a la derecha los suficientes votantes para lograr las mayorías que los conservadores nos tienen acostumbrados.  

El caso británico no tiene nada que ver con las tendencias de voto en la Europa continental donde la diferencia entre izquierda y derecha en ese segmento de voto está mucho más reñida. En España, VOX es el primer partido entre los treintañeros.

En conclusión, los que reducen la política a la gestión –o a lograr o mantenerse en el poder sin plantear ninguna batalla ideológica– deberían tomar buena nota de lo que está ocurriendo en Reino Unido. Hace años, antes de la irrupción de los ecojetas del calentamiento global, había ecologistas muy de izquierdas, a los que se denominaba «sandías» –verdes por fuera, rojos por dentro–; la ecología era el camino para transformar la sociedad capitalista en otra cosa bastante bucólica, comunitaria y poco definida. Hoy tenemos sandías envueltos en papel azul. Cuidado con ellos.

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