«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
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Alfonso Ussía Muñoz-Seca. Madrid 1948 Escritor. Premios. Mariano de Cavia, González-Ruano, Jaime de Foxá y Baltasar Iban. Especial Ejército, Fundación Guardia Civil y FÍES de periodismo. 53 libros. Distinciones. Gran Cruz del Mérito Naval. Gran Cruz de la Orden del 2 de Mayo. Medalla de Oro de Madrid. Cruz de Plata de la Guardia Civil. Entre ABC, Tiempo, Época, y La Razón, más de 20.000 artículos. Pluma de Plata y Pluma de Oro.
Alfonso Ussía Muñoz-Seca. Madrid 1948 Escritor. Premios. Mariano de Cavia, González-Ruano, Jaime de Foxá y Baltasar Iban. Especial Ejército, Fundación Guardia Civil y FÍES de periodismo. 53 libros. Distinciones. Gran Cruz del Mérito Naval. Gran Cruz de la Orden del 2 de Mayo. Medalla de Oro de Madrid. Cruz de Plata de la Guardia Civil. Entre ABC, Tiempo, Época, y La Razón, más de 20.000 artículos. Pluma de Plata y Pluma de Oro.

Buena noticia

19 de diciembre de 2021

Ha muerto Troitiño. En millones de ánimos, repican las campanas.

Cuando Isabel II partió hacia su parisino exilio, su íntimo séquito lo componían el Duque de Valencia, Luis González-Bravo, presidente del Gobierno y ministro de Gobernación con Narváez, su confesor, el Padre Claret y la Monja de las Llagas, además de su esposo, el Rey Francisco de Asís de Borbón, también conocido por sus ademanes como “Paquito Natillas”.

Paquito Natillas
Es de pasta flora,
Y orina en cuclillas
Como las señoras

Los satíricos se obsesionaban con la manera de miccionar del Rey Consorte.

Y Don Francisco de Asís,
Sacando la minga muerta,
Al amparo de una puerta
Lloriquea y hace pis.

Falleció el Duque de Valencia y se recibió en París un telegrama emitido desde el Infierno.

Llegó el Duque de Valencia
Y ya le hemos puesto el rabo.
Se espera con impaciencia
Al señor González-Bravo.

El Infierno, a la llegada de Troitiño, no ha enviado telegrama alguno. Y eso significa mucho. Que hasta el Diablo ha perdido sus modales

Desayunaba con mi mujer el 14 de julio de 1986, cuando creímos que se había producido un terremoto. Un sonido hondo y terrorífico, y el temblor en la casa. Nuestra casa se hallaba a más de dos kilómetros de la Plaza de la República Dominicana. La ETA hizo explosionar una bomba al paso de un convoy de jóvenes guardias civiles. Troitiño pulsó el botón de la muerte. Doce guardias civiles muertos y sesenta heridos, entre agentes de la Benemérita y viandantes. Troitiño, el difunto hijo de la grandísima puta que en paz jamás descanse —vamos a dejarnos de hipocresías buenistas— fue también el jefe del Comando Barcelona. El 19 de junio de 1987, Troitiño, gran pulsador de botones mortíferos, explosionó la bomba del Hipercor de Barcelona. Veintiún muertos y 45 heridos. Hace unos meses, a pesar de su condena de 1700 años de cárcel, Troitiño fue puesto en libertad para que pudiera acudir en San Sebastián a sus sesiones de quimioterapia.  Tenía un cáncer terminal.

La misericordia que él no tuvo con nadie se la aplicaron a él.

En un aniversario de la masacre, Herri Batasuna, liderada por el actual socio de Sánchez y amigo de Pablo Iglesias, Arnaldo Otegui, declaró: “Condenar lo de Hipercor no soluciona nada”. Son ratas rabiosas. Hoy, dentro de lo que cabe, se respira un aire más limpio. Se ha marchado hacia el infierno un homínido criminal y sangriento. Telegrama del Infierno:

Llegó Troitiño muy frío,
Y le hemos dado un buen caldo.
Y quiere saber el tío
El día que viene Arnaldo.

                                              

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