«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
Hughes, de formación no periodística, es economista y funcionario de carrera. Se incorporó a la profesión en La Gaceta y luego, durante una década, en el diario ABC donde ejerció de columnista y cronista deportivo y parlamentario y donde también llevó el blog 'Columnas sin fuste'. En 2022 publicó 'Dicho esto' (Ed. Monóculo), una compilación de sus columnas.
Hughes, de formación no periodística, es economista y funcionario de carrera. Se incorporó a la profesión en La Gaceta y luego, durante una década, en el diario ABC donde ejerció de columnista y cronista deportivo y parlamentario y donde también llevó el blog 'Columnas sin fuste'. En 2022 publicó 'Dicho esto' (Ed. Monóculo), una compilación de sus columnas.

Cándido hijo

7 de noviembre de 2023

Las sagas familiares son formas poderosas que hasta replica el mundo industrial. Algo que podemos comprobar en el supermercado. A los donuts, tan famosos, les siguieron los donettes, unos donuts en pequeñito, de los que ahora nacen los poppetes, que son el agujero del donette, bolitas de bollo recubiertas de chocolate. Los Donut-Donette-Popette son como la saga Matías Prats I, Matías Prats II y Matías Prats III de la bollería industrial. El triunfo se alarga monárquicamente, siempre sobre el prestigio último, en decadencia sucesiva: del histórico donut sale el donette, de cuya fortuna y concepto sale el popette y… ¡estamos rodeados de popettes!

Supongo que popette es Conde-Pumpido Jr (o Cándido hijo), acusado de participar en una violación grupal. El caso lo tiene todo: un niño bien, pudiente y galano, personaje del Corazón, con prevalencia de amigos, o sea, con el sensible concepto manada de por medio, una prostituta (doble víctima), un daño certificado por el hospital, una acusación formal, el menosprecio del abogado a la mujer(«si no es prostituta, lo parece») y un momento, ¡qué momento! en el que la sociedad española acaba de despertar, tras siglos de ceguera, a la violencia contra la mujer por el pico de Rubiales. Ya me dirán si no es para que ardan las televisiones… pero no, he hecho mi trabajo antes de perpetrar esto y les aseguro que en las televisiones le van a dedicar, si le dedican alguno, menos tiempo que a la borrasca en las Azores. Ferreras con esto no se va a luxar el codo…

El atroz feminismo, instrumento-dildo al servicio del dar-de-sí plurinacional, lleva años ya mirando a otro lado con las violaciones grupales, así que no le va a costar trabajo hacerlo con el vástago de Conde-Pumpido, el señor, nada menos, que puede decidir lo que es y no es constitucional.

Hemos de congratularnos de que la presunción de inocencia aun siga viva para Conde-Pumpido Jr. y de que tampoco haya tenido que acabar el fin de semana en el calabozo, ni sufrir una orden de alejamiento, mérito de la juez que se ocupó del caso. Que sea admiradora de la familia y fuera alto cargo del PSOE es solo una casualidad debida a lo pequeño que es Madrid, realmente pequeño, pequeñísimo, chico, que todo el mundo conoce a todo el mundo.

Por eso, porque todo el mundo conoce a todo el mundo y al final parece que vemos tramas donde solo hay gente prosperando, además de celebrar la suerte que Cándido hijo ha tenido con la juez, las aliadas y las teles, una suerte que otros no han sufrido, una suerte del todo extraordinaria en la España actual, cabe preguntarse si quien la recibe, y por haberla recibido, él mismo, está en deuda con los hados que deciden estas cosas, los que, digamos, activan con un clic los medios y a las/los del Feminismo, y de ser así, y por lo anterior, preguntarse, con el debido respeto no exento de una ligera congoja institucional, en qué situación (libertad, independencia, solvencia, autonomía) queda el papá togado de la criatura, Cándido Conde-donette, padre de Cándido Conde-popette, eminentísimos juristas los dos.

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