«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
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Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.
Rostro emblemático de Intereconomía Televisión, al frente de programas como El Gato al Agua o Dando Caña, ha dirigido informativos en TVE, RNE, Antena 3 TV y Onda Cero Radio. Fue corresponsal de RNE en Londres. Ha escrito para Diario de Barcelona, Interviú, La Vanguardia, ABC, ÉPOCA y La Gaceta y ha publicado el libro 'Prisionero en Cuba'. Ha recibido cuatro Antenas de Oro, el Micrófono de Oro, la Antena de Plata de Madrid, el Micrófono de Plata de Murcia, el Premio Zapping de Cataluña y el Premio Ciudad de Tarazona.
Rostro emblemático de Intereconomía Televisión, al frente de programas como El Gato al Agua o Dando Caña, ha dirigido informativos en TVE, RNE, Antena 3 TV y Onda Cero Radio. Fue corresponsal de RNE en Londres. Ha escrito para Diario de Barcelona, Interviú, La Vanguardia, ABC, ÉPOCA y La Gaceta y ha publicado el libro 'Prisionero en Cuba'. Ha recibido cuatro Antenas de Oro, el Micrófono de Oro, la Antena de Plata de Madrid, el Micrófono de Plata de Murcia, el Premio Zapping de Cataluña y el Premio Ciudad de Tarazona.

Carta a Bimba Bosé

2 de febrero de 2017

Querida Bimba… Sí, te llamo querida aunque sé que no tengo derecho a hacerlo, puesto que no te conozco personalmente y jamás hemos tenido trato. Pero, en estos momentos, me siento muy solidario contigo. Aunque yo no sea un seguidor de tu carrera, ni se me pueda considerar un fan de tu trabajo, debo decirte que te respeto profesionalmente y, por supuesto, personalmente. Por ese motivo, me siento profundamente contrariado por los comentarios vejatorios y ofensivos que algunas personas han vertido a través de las redes sociales tras tu fallecimiento.

No entiendo como un ser humano es capaz de alegrarse por la muerte de otro. No me cabe en la cabeza que un cáncer de fatales consecuencias pueda ser motivo para que alguien vomite palabras de odio como las que he leído estos días en Twitter contra ti, contra tu tío o contra tu familia.

Pienso que la sociedad en la que vivimos padece una enfermedad mucho más grave que la que ha acabado con tu vida. La crisis de valores y la falta de respeto que se ha instalado entre nosotros no puede ser presagio de nada bueno. Tenía razón Thomas Hobbes cuando, a principios del siglo XVII, para definir a los ciudadanos, recuperaba la expresión de Plauto asegurando que «el hombre es un lobo para el hombre». Y seguramente se quedó corto.

Todo mi apoyo en estos momentos a tu familia y, especialmente a tu tío Miguel Bosé, un cantante del que tampoco soy seguidor, al que únicamente entrevisté una vez hace más de treinta años sin que me cayera especialmente simpático, y al que critiqué en una ocasión por su condescendencia hacia el régimen castrista en Cuba. Pero el hecho de que podamos discrepar en cuestiones políticas no justificaría, en ningún caso, los insultos y descalificaciones que ha tenido que oír en momentos tan dolorosos como los de la muerte de su sobrina. Como tampoco son aceptables las descalificaciones homófobas. La libertad de las personas, incluida la sexual, al igual que la religiosa o la de opinión, debe estar por encima de cualquier tipo de discrepancias. Fue Miguel de Unamuno quien dijo que «no es la unanimidad lo que nos mantiene unidos, sino la conversación». Y así debería ser: que fuéramos capaces de confrontar opiniones encontradas sin perder el respeto debido a las convicciones que, aunque opuestas a las nuestras, defienda cualquier otra persona.

Sin embargo, ante la trágica muerte de un ser humano, hemos leído barbaridades que algunos miserables, amparándose en el anonimato de las redes sociales, han vertido sin el más mínimo respeto hacia la dignidad de las personas y demostrando cuál es su catadura moral y su nivel intelectual. Pero, lamentablemente, no es la primera vez. Ya hemos asistido en otras ocasiones a insultos a Irene Villa y ofensas y vejaciones a las víctimas del terrorismo y del Holocausto. Y con el agravante de que el autor de los comentarios fuese un político que, como tal, pretende ser representante de los ciudadanos.

Que las redes sociales permitan la libre expresión de las personas es algo bueno. No se puede criminalizar a la herramienta, sino al mal uso que, en todo caso, se haga de ella. Pero la mezquindad moral de algunos individuos que ha evidenciado este canal de comunicación debe hacernos reflexionar profundamente acerca de la convicciones que deberían presidir nuestra convivencia. 

Da la impresión de que la intransigencia se está apoderando de nuestra sociedad. Pero, parece que es condición humana. Ya lo dijo Antonio Machado: «Es propio de hombres con cabezas medianas arremeter contra aquello que no les cabe en la cabeza».  

En fin, querida Bimba… Sí, permíteme que te llame así. Ya contabas con mi respeto aunque no te conocía. Sigo sin conocerte, pero ahora tienes todo mi aprecio. Y tu familia goza de toda mi consideración y sincera solidaridad. Quienes os han insultado son unos miserables.

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