«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
La Gaceta de la Iberosfera
Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.
Madrileña, licenciada en Derecho por la UCM. En la batalla cultural. Española por la gracia de Dios.
Madrileña, licenciada en Derecho por la UCM. En la batalla cultural. Española por la gracia de Dios.

Celaá, la miserable

2 de abril de 2021

Es curioso cómo la casta roja quiere para los demás lo que no ha querido para sus hijos, que para eso está el nada laico Colegio Bienaventurada Virgen María-Irlandesas; escuela muy elitista, muy católica y muy concertada donde la ministra Celaá mandó a sus hijas a estudiar. Se ve que, pasado el tiempo, Felipe González se le quedó a la derecha con el invento de las concertadas. Arrepentidas las quiere el Señor -y bien preparadas también- y ahora que sus niñas han crecido, niega a los demás lo que quiso para sí. Para el resto rige el modelo socialista: futuros adultos aborregados, ignorantes, adoctrinados, acríticos y desconocedores del valor del esfuerzo.

La Lomloe confirma la eterna paradoja de las leyes socialistas, caracterizadas por perjudicar a las clases menos favorecidas igualándolas siempre a la baja

Celaá dispara en todas las direcciones. En aras de un extraño concepto de igualdad, trata a los niños con necesidades especiales como si no tuvieran tales necesidades; la realidad es demasiado incómoda para esta gente. Tampoco nos llevemos las manos a la cabeza por esto a estas alturas, que para eso está el aborto -el eufemismo de “el niño venía mal”-; así que no le vayamos ahora con monsergas a la señora ministra que no está para tonterías. Su soberbia se trasluce en su mirada y su impertinencia cruel y maleducada hace daño a los oídos cuando habla. “¿Pero de dónde viene usted, señor Matarí?”, escupe entre risas despectivas -las suyas y las de su infame bancada- al padre de una mujer con síndrome de Down. Le falta decir, “¡no me cuente su vida, haber abortado, señor mío!”. ¡Suena tan nazi! Ignora esta miserable que este señor viene de una vida dedicada al increíble empeño de que su hija, cuando él no esté, pueda valerse por sí misma. Ésa es la obsesión de estos padres conscientes de que no podrán proteger a sus hijos siempre. De ahí viene el diputado. ¿De dónde viene usted, ministra? Comparada con el señor Matarí, usted viene y va hacia la nada humana.

Su objetivo es que los niños crezcan creyendo que el español es un idioma extranjero impuesto por Franco, por Felipe V o por Escipión el Africano

Con España en Estado de Alarma y los españoles dedicados a la dura tarea de conservar su puesto de trabajo -el que lo tenga- o su negocio, se ha aprobado una ley de presunta Educación que atenta contra los derechos de millones de niños nacidos en las regiones dominadas por las sectas nacionalistas a estudiar en español y el español. Que no basta con saber comunicarse para que a uno le pasen el balón; el uso correcto de la lengua requiere estudio de ortografía y gramática -esto me ha quedado muy fascista, disculpen-. La Lomloe confirma la eterna paradoja de las leyes socialistas, caracterizadas por perjudicar a las clases menos favorecidas igualándolas siempre a la baja, que accederán al mundo profesional con una formación manifiestamente mejorable -como las fincas-. Los padres con más recursos -ellos- ya se encargarán de llevar a sus criaturas a colegios privados -privadísimos- y exclusivos -exclusivísimos-, donde aprenderán varios idiomas a un muy poco módico precio. Qué más da, será por dinero. Son socialistas, pero no tontos

La ley Celaá -bendecida por ERC, no lo olvidemos- es un misil político disparado contra la línea de flotación de la cohesión nacional. Su objetivo es que los niños de las regiones con lengua cooficial crezcan creyendo que el español es un idioma extranjero, ajeno a ellos e impuesto por Franco, por Felipe V o Escipión el Africano. Da igual. La Lomloe no es una ley más de educación, es un escalón imprescindible en el proceso de balcanización y descomposición de la nación española.

.
Fondo newsletter