Tras las pasadas elecciones gallegas, la inefable Cuca Gamarra conminaba a Pedro Sánchez a una reflexión profunda. A modo de acompañamiento espiritual, le soplaba dónde residían las claves del fracaso electoral del PSOE en territorio neofalante. «Ha abandonado sus principios y sus siglas para alimentar el independentismo. Esperemos que haya aprendido la lección».
Lo de Cuca es siempre un pelín exasperante, como de sermoncito de ursulina. Lo de Cuca y el PP. Parece que no se enteran de nada, pero algo intuyen. Hacer como que el PSOE no está siendo fiel a su característico cursus infamiae —a sí mismo— es tanto como pretender que el PP no pepee, que es lo que borda Cuca. El Partido Popular necesita ineludiblemente otorgar al Socialista un aura de socialdemocracia nórdica —lo que nunca ha sido— para poder autolegitimarse y así vender la moto que mantiene el sistema del que ellos surgen. Visten al muñeco, decoran el donut con sprinkles, dibujan un partido imaginario con el que están en una carrera de reglas poco claras, que hace aguas y tiene muchas trampas. A estas alturas es innegable la arquitectura defectuosa de la Constitución.
Estos días, el neocolumnismo, siempre en perfecta sintonía con los populares y en un proceso simbiótico con el Régimen, se lleva las manos a la cabeza con el Caso Koldo-Ábalos-Armengol-Marlaska. Hablan de «sanchismo» como de una anomalía, una excrecencia maligna, un tumor extirpable. Añoran el altofelipismo. «Con lo que ha sido el PSOE», repiten como Cucas. Azotan a un caballo muerto, igual que los Sex Pistols, en un intento inútil de sacar algo, obviando el pasado del socialismo, reivindicado —esto es muy importante— por su cúpula, histórica y actual, y miembros. Ignorando una biografía de pistoleros y atentados; de fraude electoral y golpismo; de anticlericalismo criminal; de robos y expolio; de corrupción y sumisión al narcocomunismo; de traición y rendición del pueblo a sus enemigos; de sacrificio de la unidad de España; de humillación y destrucción de la nación.
Cada vez que se insinúa, ante cualquier nueva fechoría de los socialistas, la traición de Sánchez a sus siglas, una imagina el meme de Leonardo Di Caprio con su copa y su mueca burlona en Django Desencadenado y la siguiente leyenda sobreimpresa:
«Con lo que ha sido el PSOE»
El PSOE:
Las huelgas revolucionarias. El primer intento de Golpe de Estado. La amenaza de muerte en sesión en las Cortes de Pablo Iglesias Posse a Antonio Maura. El atentado contra Antonio Maura. El Lenin español. Negrín. El oro de Moscú (a Moscú). «La democracia es incompatible con el socialismo» (Largo Caballero). Indalecio Prieto saca un revolver en las Cortes contra el derechista Jaime Oriol (tres meses antes de la intentona golpista del 34). El diputado Ángel Galarza encuentra justificado el atentado que le «prive de la vida» a Calvo Sotelo. La motorizada. El atentado que privó de la vida a Calvo Sotelo.
La Segunda República. La persecución religiosa. Las torturas salvajes y fusilamientos de miembros de la Iglesia Católica. El Turquesa. La intentona golpista del 34 apoyada por separatistas y comunistas. El fraude de las elecciones de febrero del 36. Las JSU. El Frente Popular. Las sangrientas milicias socialistas. Las chekas. El verdugo de Turón. Cándido Cabello (crimen del hijo de Moscardó). El paseo. La huida. El expolio.
Los «casos aislados» de corrupción sistemática y crimen de Estado. Caso Puerta. Caso Martín Luna. Caso Sarasola. Caso Lasa y Zabala. Caso Segundo Marey. Caso Oñaederra. Caso Txapela. Rumasa (pulsión chavista expropiadora). Casos Perurena-Gurmindo-Tigre. Caso Leiba. Soborno del PSOE en Murcia. Caso Pérez de Arenaza Pasajes. Caso Tomasón. Caso Brouard. Caso Flick («Ni de Flick, ni de Flock»). Caso Galdeano. Matanza en el bar Monbar. Caso Caplane. Caso Zabalza. Caso Pekus. Caso García Goena. Caso Lucía Urigoitia. Caso Pablo Castellano. Caso Barreiro Rivas. La lencería de Pilar Miró con cargo al presupuesto de RTVE. Caso Iberia. Juan Guerra («Mihenmano»). Filesa y Time Export. Caso Renfe y Caso Ave. Caso Ibercorp y caso Rubio. Caso UCIFA. Caso Collado. Caso Petromocho. Espionaje industrial del Cesid. Ley de la patada en la puerta (Corcuera). Caso PSV. Caso Roldán. Escándalo de los Fondos Reservados. Caso Cruz Roja. Caso Azpiegitura. Caso Urralburu, Caso Palomino. Al Kassar, el PSOE y las cloacas. GAL. Caso BOE. Escuchas del CESID. Caso Otano. Cintas de Pedro J. Caso Hacienda. Caso Isabel García Marcos. Corrupción inmobiliaria en el PSOE madrileño. Caso de los Maletines. Corrupción del PSC en 2009. Caso Faisán. Corrupción en la Fundación de Psoe (Amy Martin). Caso Cursos de Formación. Caso Púnica. Caso ERE («Y qué si Chaves se ha llevado algo»). Declaración inconstitucional del estado de alarma y cierre de las Cortes. Tito Berni.
Por no mencionar todo aquello utilizado o aprovechado para convertir la estructura del Estado en algo doblegado al PSOE. «La muerte de Montesquieu», la parasitación de todas sus instituciones y creación de redes clientelares, la politización del TC.
Finamente, el autogolpe. El gobierno de coalición entre socialistas y comunistas dependiente de dos partidos golpistas, uno filoterrorista y dos independentistas y la ley de amnistía.
Y muchas otras cosas que, si se escribieran una por una, los libros no cabrían ni en todo el mundo.
*Consultados El saqueo de España de Isabel Durán y Díaz Herrera e Historia criminal del partido socialista de Javier García Isac (Actas, 2022), así como sus artículos en el suplemnto IDEAS de LA GACETA.
