«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
La Gaceta de la Iberosfera
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Bilbao, 1965. Periodista, máster de 'El País'. Noticias y opiniones que escandalicen a los incondicionales de lo políticamente correcto y la «memoria histórica». En la editorial Homo Legens ha publicado 'Eternamente Franco' y 'Los césares del imperio americano'. Su último libro es 'Eso no estaba en mi libro de historia del Imperio español' (Almuzara).
Bilbao, 1965. Periodista, máster de 'El País'. Noticias y opiniones que escandalicen a los incondicionales de lo políticamente correcto y la «memoria histórica». En la editorial Homo Legens ha publicado 'Eternamente Franco' y 'Los césares del imperio americano'. Su último libro es 'Eso no estaba en mi libro de historia del Imperio español' (Almuzara).

De Madrid a Chile. Almeida explica a Boric

2 de enero de 2022

La derecha es materialista. A pesar de sus creencias religiosas y patrióticas, cada vez más insignificantes en las nuevas generaciones. La ‘gente de orden’ da por sentada la unidad de España, las corridas de toros, el funcionamiento de la economía y la existencia del cuerpo de notarios; no concibe la necesidad de promover su mundo o, siquiera, de defenderlo. Porque, está convencida, siempre ha sido así y nada va a cambiar.

En cambio, la izquierda se dedica a lo inmaterial con la pasión de los misioneros católicos de antaño. Y, después de años de controlar la educación y la creación de opinión pública, eso es lo que le permite ganar elecciones una tras otra. Como ya han escrito otros columnistas en La Gaceta de la Iberosfera, venezolanos huidos de su país y convertidos en mendigos los hay por docenas de miles desde Colombia a Argentina, y su realidad ha tenido en las elecciones celebradas en los dos últimos años en Hispanoamérica menos influencia que cualquier campaña de voto en Facebook. En Chile, José Antonio Kast ha sacado 150.000 votos menos que el lamentable Sebastián Piñera hace cuatro años; es decir, 150.000 liberales, democristianos y moderados han preferido no votar a Kast y colaborar en el triunfo de Gabriel Boric para no ser ‘fachas’. Inculcar semejante conducta en tanta gente sólo consigue mediante un largo y planeado proceso de ingeniería social.

El último ejemplo de las victorias izquierdistas lo tenemos en el Ayuntamiento de Madrid. El alcalde, José Luis Martínez-Almeida, para no tener que cumplir sus promesas de hace dos años y medio, ha preferido pactar con varios concejales de extrema izquierda antes que con Vox. En ese acuerdo, el puñado de rojos ha impuesto la anulación de la subvención a la Fundación Madrina, junto con la concesión de otras nuevas al entramado LGTB; también el nombramiento como «hija predilecta» de Madrid a la escritora Almudena Grandes, que dividía a los españoles en demócratas progresistas y en fachas despreciables.

Mientras la derecha (…) mantenga que lo importante es la economía y que las ideas son cosa de melenudos o de frustrados, siempre, siempre, siempre perderá y jamás tendrá el poder, aunque de chiripa tenga el gobierno

Lo más revelador ha consistido en escuchar a ciertos votante y tertulianos del PP justificar ese pacto con el argumento de que se han aprobado unos presupuestos de 6.000 millones de euros a cambio de menudencias como las citadas. La cartera por encima del alma o de los sentimientos. La izquierda construye durante años el marco o, mejor dicho, el corral de ideas, consignas y prejuicios en el que va metiendo a los demás ciudadanos y cuando llegan las elecciones muy pocos se atreven incluso a plantear los asuntos que el verdadero poder ha declarado cancelados. Así, en Argentina gobiernan los peronistas, aunque no dejen de arruinar una de las naciones más predestinadas por la naturaleza para la prosperidad, porque culpan de la miseria a la CIA, a las transnacionales, a los carcas locales…;es decir, al enemigo interno o al externo. Y así quedan inmaculados los inquilinos de la Casa Rosada. 

En cambio, en Estados Unidos Joe Biden, quien pasa por ser el presidente más votado de su historia, se encuentra ya acorralado en el Legislativo federal, en elecciones (como las de gobernador y vicegobernador de Virginia) y en las encuestas, antes de cumplir siquiera un año del inicio de su mandato. No sólo por sus errores, sino también por la acción de fundaciones, asociaciones y medios de comunicación durante décadas, que han hecho conscientes a millones de ciudadanos de que su libertad se halla en peligro.

Mientras la derecha (y aquí permítame amigo lector que incluya a instituciones que no son de derechas pero que muchos ciudadanos de derechas están convencidos de que lo son, como el diario ABC, el Partido Popular y los bancos) mantenga que lo importante es la economía y que las ideas son cosa de melenudos o de frustrados, siempre, siempre, siempre perderá y jamás tendrá el poder, aunque de chiripa tenga el gobierno.

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