No le salió al procesismo el truco del almendruco de investir a Turull antes de comparecer ante el Supremo gracias a/por culpa de las CUP, en una astracanada parlamentaria de este cuento de nunca acabar. Y la casa sin barrer.
Esa es hoy la noticia en nuestras cabeceras; lo demás es relleno.
El País titula: ‘Turull se presenta al Supremo sin lograr ser elegido presidente’, una eufónica aliteración. Algo más abajo, ‘La investigación atribuye al candidato un papel clave en el ‘procés’.
En ABC se regodean, se ceban. Seis rostros procesistas cariacontecidos en un agobiante collage abre su edición de hoy sobre el titular: ‘Reos de su farsa’.
Es lo que parece, ¿verdad? Que se les calentó la boca viendo demasiadas veces ‘Braveheart’ y la realidad les ha estallado en la cara. Aunque queda gente en la burbuja que aún comentará que también esto es una jugada maestra.
Turull en la primera de El Mundo se rasca la calva en su escaño, junto a uno ocupado por un lazo amarillo que, sospechamos, no vota. ‘La CUP revienta la ‘operación Turull’ para burlar al Supremo’.
Al fin, los de las CUP parecen ser los únicos que no dicen eso de que Puigdemont sigue siendo el presidente legítimo solo de boquilla. Y si Puigdemont es legítimo, cualquier otro sería ilegítimo. Puede parecer un disparate; qué diablos: ES un disparate. Pero un disparate que los otros repiten igual, solo que sin creérselo.
La Razón repite escena, en foto muy parecida, de Turull junto al lazo amarillo, en una actitud que parece estar consultándole algo. Quizá deberían haber propuesto al lazo como presidente de la Generalitat, total.
Titular: ‘La CUP inhabilita a Turull’. En sumario nos cuentan que para la Moncloa, el proceso está acabado. Mi apuesta personal es que no.
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