«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
La Gaceta de la Iberosfera
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Alicante, 1987. Escribe noticias desde que tiene uso de razón. Ha trabajado en radio, prensa escrita y televisión en medios como Radio Intereconomía, El Toro TV y Okdiario. Siempre en los últimos reductos de la libertad de expresión.
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En «cobete» o como un pepino

28 de septiembre de 2023

Corría 2011 cuando una presentadora del Canal 24 horas de Televisión Española, contando que el piloto de Fórmula 1 Robert Kubica había tenido un accidente, debió quedarse sin teleprompter —una pantallita en la que los presentadores de Noticias van leyendo texto— y acabó diciendo que el polaco iba «como un pepino». Yo lo estaba viendo en directo y desde entonces esa señora, que sigue presentando, me cae maravillosamente bien. Yolanda Díaz me cae maravillosamente mal. Pero el fin de semana pasado me proporcionó un momento para el recuerdo con su explicación en un acto de Sumar de los súper ricos y su plan para salvarse «sólo ellos y ellas» huyendo de la Tierra en cohetes para irse a sus mansiones de Nueva Zelanda.

Yo habría jurado que Nueva Zelanda está en la Tierra, pero Yolanda ha tenido la amabilidad, entre sesión y sesión de mechas, de sacarme de mi error. Es una pena que entre esas «ellas» que van a irse en los cohetes —«cobetes», que diría David Broncano, y que perfectamente podría haber sido el autor del discurso de la vicepresidenta— para salvarse de irse al carajo no esté la lideresa de Sumar. Me quedo en el carajo muy contenta si en él no está Yolanda. Si de paso se lleva a su portavoz, Marta Lois, que es más petarda todavía que Echenique, mejor.

Llevo unos días preguntándome si mi más que reconocida, y conocida por los lectores, obsesión con Irene Montero y Pam, no me habrá impedido apreciar en todo su esplendor a Yolanda Díaz a lo largo de la legislatura. Porque es cierto que apuntaba maneras con su vestido de cóctel rojo y minifaldero muriéndose de la risa mientras intentaba explicar los EREs de la pandemia en presencia de un perplejo José Luis Escrivá y mientras se moría la gente a centenares por la irresponsabilidad de su Gobierno, pero quizá Irene Montero infectada de COVID y tosiendo en la cara a ancianas en el 8M de ese año me distrajo de otra personalidad igual de estelar.

Yolanda —ya no puedo seguir llamándola Díaz después de haberme hecho tan feliz este domingo— nos ha dado una idea maravillosa introduciendo en el «debate público», que dirían los cursis de izquierdas, el tema cohetes. De ahora en adelante podremos preguntar, como sugería un tuitero, a todo el mundo, si ya tiene cohete para no irse al carajo o es un tieso. Las mujeres, incluso, tendremos la opción de ir un paso más allá y preguntarle con actitud inocente al que nos guste qué tal anda de cohete. Si se escandaliza siempre podremos alegar que nos referimos al de ir a la mansión de Nueva Zelanda.

Maravilloso ha sido también leer en el diario de Ignacio Escolar una noticia en la que se ponían muy dignos porque, según los periodistas del periódico, ‘la derecha’ tachaba las críticas de Díaz a la élite tecnológica de «ida de pinza», ignorando «que se basan en un prestigioso investigador». Ellos, que llamaron, llaman y llamarán «negacionista» a todo el que tiene dudas sobre las vacunas y no cree que vayamos a salir ardiendo pasado mañana a causa de la «emergencia climática». Lo dicho: gracias Yolanda por traer al debate los «cobetes». Vas como un pepino.

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