El pasado sábado el diario Marca abría su edición con una polémica portada en la que anunciaba que el verdadero problema de Gareth Bale no estaría en sus piernas, sino en su espalda, y que tenía nombre, apellidos y muy mala pinta: hernia discal. Teniendo en cuenta que se trata del segundo fichaje más caro de la historia (más de 90 millones de euros, tras los 96 de Cristiano) y que sólo ha disputado 132 minutos en tres partidos (su debut en El Madrigal, en el que se estrenó como goleador con la camiseta merengue, el partido de Champions contra el Galatasaray, en el que jugó apenas media hora, y el derbi en el Bernabéu, en el que salió como revulsivo al final), la noticia alcanzó rápidamente el inevitable impacto mediático mundial.
El Real Madrid reaccionó desmintiendo esa información con un comunicado oficial, en el que negaba que Bale sufriese una hernia aunque admitía “una protrusión discal crónica (un pequeño desplazamiento del disco gelatinoso que separa dos vértebras), sumamente frecuente entre los jugadores de fútbol y que no impide el normal desarrollo de su actividad profesional”. Pero el club entendió que no bastaba y Florentino Pérez quiso despejar dudas en primera personas en Punto Pelota, el programa de Josep Pedrerol en Intereconomía TV, líder y referente de la noche deportiva.
Hasta aquí los hechos sin entrar en valoraciones acerca de la información del colega que, como ocurre en el mundo del periodismo, ha recurrido a sus fuentes. Pero en Punto Pelota el presidente no quiso dar la espalda a un asunto tan delicado con la salud de un deportista, con los daños colaterales publicitarios incluidos que puede acarrear, y volvió a desmentir que Bale tenga una hernia, además de tachar de “cruel” dicha portada. También aseguró no haber sabido nada de la espalda del galés hasta el mismo sábado por la mañana y advirtió que el club está investigando qué ha podido llevar a la publicación de tal noticia, según dijo “con mala intención, poniendo en juego la imagen tanto del Real Madrid como del propio Bale”.
Desde el punto de vista clínico la cuestión radica en si podría esa mínima protrusión derivar en el futuro en una hernia que requiriese cirugía, o si lo hará con total seguridad. Imposible predecirlo. Lo que sí puede afirmarse es que Bale tiene problemas para entrar en el equipo por culpa de sus lesiones y, posiblemente, por haber precipitado su aparición antes de tiempo y fuera de forma en una decisión deportiva de alto riesgo. Pero también que a día de hoy no tiene una hernia. Y lo que no parece de recibo es el llanto plañidero de colegas de profesión porque el presidente eligiese Punto Pelota para dar su versión al madridismo. Tampoco eso es una hernia, pero sí celillos y no a la mar…