«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.
Rostro emblemático de Intereconomía Televisión, al frente de programas como El Gato al Agua o Dando Caña, ha dirigido informativos en TVE, RNE, Antena 3 TV y Onda Cero Radio. Fue corresponsal de RNE en Londres. Ha escrito para Diario de Barcelona, Interviú, La Vanguardia, ABC, ÉPOCA y La Gaceta y ha publicado el libro 'Prisionero en Cuba'. Ha recibido cuatro Antenas de Oro, el Micrófono de Oro, la Antena de Plata de Madrid, el Micrófono de Plata de Murcia, el Premio Zapping de Cataluña y el Premio Ciudad de Tarazona.
Rostro emblemático de Intereconomía Televisión, al frente de programas como El Gato al Agua o Dando Caña, ha dirigido informativos en TVE, RNE, Antena 3 TV y Onda Cero Radio. Fue corresponsal de RNE en Londres. Ha escrito para Diario de Barcelona, Interviú, La Vanguardia, ABC, ÉPOCA y La Gaceta y ha publicado el libro 'Prisionero en Cuba'. Ha recibido cuatro Antenas de Oro, el Micrófono de Oro, la Antena de Plata de Madrid, el Micrófono de Plata de Murcia, el Premio Zapping de Cataluña y el Premio Ciudad de Tarazona.

Una huelga para arruinar las vacaciones

17 de julio de 2014

Ignacio Fernández Toxo no suele utilizar el tren para ir de vacaciones. Prefiere viajar en avión a un lujoso resort en Madeira, o embarcarse en un crucero por el Báltico para preparar la huelga general en 2010. Quizá por eso, al líder de CC.OO. no le preocupa arruinar las vacaciones de verano a los que sí recurren al ferrocarril para escaparse unos días a la playa, a la montaña o a la casa familiar en el pueblo. Y de ahí que haya escogido la fecha del 31 de julio y el 1 de agosto para convocar huelga en Renfe.

La huelga es un derecho fundamental recogido por la Constitución en su artículo 28.2 y es un mecanismo lícito para reclamar mejoras laborales. Es razonable la protesta de los trabajadores cuando hay motivos para ello, pero el abuso de la huelga, su utilización como coacción constante y la búsqueda de efectos lo más perjudiciales posible en la población, la convierte en ocasiones en un chantaje inaceptable.

La huelga convocada por CC.OO. para la fecha clave de la Operación Salida de las vacaciones de agosto no está justificada. Argumentan sus instigadores el incumplimiento de aspectos fundamentales del convenio colectivo de 2012, pero ni UGT ni el resto del Comité General de Empresa ha apoyado el conflicto. Los representantes del sindicato de Cándido Méndez han mostrado una mayor sensatez, y han reconocido que se están siguiendo los cauces de negociación habituales para resolver los problemas propios del día a y día y que no se justifica una medida de esas características.

Si hasta UGT cree que no hay motivos para la protesta, ¿por qué ese empeño de CC.OO. en llevarla adelante? Tal vez, Ignacio Fernández Toxo añore los tiempos en los que la acción sindical era un resorte político de gran magnitud. Pero las cosas han cambiado. Las revelaciones que se han conocido últimamente acerca de los trapos sucios de los sindicatos, han provocado una notable desafección de los ciudadanos hacia estas organizaciones. Y las circunstancias del país, con los efectos de la demoledora crisis económica, invitan a pensar que no es momento para conflictos, sino más bien para lo contrario, para arrimar el hombro y tratar de salir entre todos del agujero.

Lamentablemente, algunas cosas siguen igual y, cada vez que se acerca una fecha que los ciudadanos tratan de aprovechar para evadirse unos días de los problemas cotidianos, siempre hay alguien que trata de fastidiar el momento. Ocurrió el verano pasado, con la huelga de veinticuatro horas en Renfe el 3 de agosto, domingo clave para el inicio de vacaciones; en las navidades de 2011 y 2013, con paros en los días estratégicos; en el pasado puente de Todos los Santos, o en la Semana Santa de 2010, con interrupciones y retrasos que afectaron a más de 13.000 personas.

Si Ignacio Fernández Toxo está en su derecho a disfrutar de sus vacaciones, ¿por qué se empeña en querer arruinar las de los demás?

 

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