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Venezolana. Periodista de profesión, comunicadora de oficio y activista de las mejores causas por vocación. Fue columnista, conductora de programas de radio televisión en su país de origen. Actualmente se ha consolidado como una 'youtuber' de gran alcance en “El canal de Nitu” y “Plomovisión 24: horas de opinión”. Es consultora internacional de comunicación organizacional. Combatiente por la libertad e inclemente investigadora en busca de la verdad.
Venezolana. Periodista de profesión, comunicadora de oficio y activista de las mejores causas por vocación. Fue columnista, conductora de programas de radio televisión en su país de origen. Actualmente se ha consolidado como una 'youtuber' de gran alcance en “El canal de Nitu” y “Plomovisión 24: horas de opinión”. Es consultora internacional de comunicación organizacional. Combatiente por la libertad e inclemente investigadora en busca de la verdad.

La oposición venezolana y su silencio ante el fraude en EEUU

19 de noviembre de 2020

Este 16 de noviembre la exfiscal auxiliar y abogada en Dallas, Texas, Sidney Powell –que forma parte del equipo legal del presidente Donald Trump– hizo público un affidavit o declaración jurada de un militar chavista que estuvo presente en los numerosos fraudes electorales cometidos por Smartmatic en Venezuela.

“Fui testigo de la creación y operación de un sofisticado sistema de votación electrónico que permitió a los líderes del gobierno venezolano manipular la tabulación de votos para las elecciones nacionales y locales, seleccionando al ganador de esos comicios con el fin de mantener su poder”, afirma el militar.

De acuerdo con lo señalado en la delcaración jurada, Chávez y sus aliados pudieron «ganar» muchas elecciones  gracias a las manipulaciones de Smartmatic.

Del affidavit –el cual tiene validez judicial y será presentado en los tribunales norteamericanos– se desprende que los entonces candidatos Manuel Rosales y Henrique Capriles fueron vencedores en los comicios presidenciales de los años 2006 y 2012, respectivamente. 

Es por ello que para el líder histórico, Enrique Aristeguieta Gramcko, quien formó parte de la Junta Patriótica que derrocó al dictador Marcos Pérez Jímenez en 1958, es incomprensible el silencio que guarda la oposición venezolana ante los indicios del fraude perpetrado por Smartmatic en las elecciones norteamericanas del pasado 3 de noviembre.

“Si no quieren hacerlo por Trump, entonces que lo hagan por Venezuela”, exclamó.

Aristeguieta Gramcko, quien fue directivo del organismo electoral venezolano en tiempos de democracia, afirma que las denuncias donde Smartmatic ha salido a relucir “proporcionan a los venezolanos una gran oportunidad para explicar cómo el chavismo nos ha estafado durante veinte años».

«Smartmatic es una empresa gansteríl, creada y financiada por Chávez y por Maduro para trastocar la voluntad de los ciudadanos expresada en las urnas», asegura.

Llama la atención que a pesar del escándalo mayúsculo desatado en Estados Unidos con el software de Smartmatic –y del hecho que esta empresa chavista haya manejado durante más de una década las elecciones en Venezuela– ni Rosales ni Capriles, así como ningún otro dirigente relevante de la oposición al régimen de Maduro, hayan abierto la boca.

¿Por qué?

Puede que este silencio sepulcral se deba al temor de que, viviendo en Venezuela, sean perseguidos y encarcelados por un régimen que va contra todo aquel se exprese en su contra; pero esto no explica por qué los dirigentes opositores en el exilio tampoco se refieren a tan importante tema. 

No pueden alegar ignorancia, porque durante todos estos años de revolución los técnicos de ESDATA, entre otros, han denunciado los fraudes de Smartmatic con abundantes pruebas. Esto mientras los expertos de la MUD –entre ellos Ojo Electoral y Grupo la Colina– avalaban todos los resultados electorales. 

Para Diego Arria, exembajador venezolano ante Naciones Unidas y expresidente del Consejo de Seguridad, el régimen venezolano lleva años perfeccionando “tan sofisticado sistema logrando entrar a los Estados Unidos, entre otras cosas, porque el Centro Carter le extendió un cheque en blanco al afirmar que el sistema electoral venezolano, era el mejor del mundo”.  

“En Caracas nació este proyecto que ha ido madurando y culminando en los Estados Unidos”, afirma Arria, al tiempo que expresa su sorpresa porque la dirigencia opositora “no haya hecho ni un solo comentario de cómo los venezolanos sufrimos las prácticas de esa misma empresa (Smartmatic) asociada a los hermanos Rodríguez y al regímen chavista”. 

“Que se haya impuesto de nuevo su modelo y nefastos procedimientos en los Estados Unidos y los venezolanos no utilicemos la oportunidad para decir algo, solo se entiende a través de lo  develado por López (Leopoldo) en Madrid: están buscando un gobierno de transición con los malandros y por lo tanto, no pueden denunciar a los malandros”, concluye el exembajador.

Conspiración en marcha

Todo indica que estamos frente a una gran conspiración. Y esto se desprende de la declaración de la señora Powell el pasado martes 18 de noviembre, cuando expresó:

“Tenemos comunistas venezolanos influenciados por comunistas cubanos contando nuestros votos y decidiendo los resultados de nuestras elecciones. Esta es una amenaza a la Seguridad Nacional”.

En otras palabras, se trata de una nueva forma de guerra mediante la cual una fuerza extranjera puede poner o quitar autoridades en otra nación sin disparar un solo tiro.

Ya lo dijo claramente Evo Morales en su regreso a Bolivia luego que resultara electo en las pasadas elecciones su candidato, Luis Arce: «Al gringo que nos dió el golpe ahora se lo hemos dado ahora nosotros».

¿A quién se refiere Evo cuando utiliza la palabra nosotros?

Smartmatic, siempre Smartmatic.

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