«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
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Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

Los convencidos

11 de febrero de 2014

Arcadi Espada se ha explicado Vox como la reacción ante una ETA que ya no existe: la que mataba por conseguir objetivos políticos. Esa ETA está vencida y Vox nace sin objeto. Las batallas, sigue, son otras. Es la democracia y sus contrarios: la ETA de ahora, los “300.000 vascos que justifican con su voto” los deberes hechos por la banda terrorista para el nacionalismo. Al pasado al que mira Vox “no se le puede aplicar la pena capital. Ni la cadena perpetua. Ni siquiera la doctrina Parot. El pasado seguirá indemne y nada volverá”.

No volverá Jean-Serge Nérin, último asesinado por la banda. Pero a su asesino, Joseba Fernández Aspurz, se le puede aplicar la cadena perpetua, la doctrina Paroty la pena capital, todo por su orden. Y Nérin está presente mientras lo esté su verdugo.

Otra cuestión es ETA y la política. Su juego es el do tu des. Yo no te mato y tú haces lo que yo te diga. La política. El juego sigue, pero se ha quedado sin cartas. Una vez ha dado un paso atrás, nadie aceptará que lo vuelva a dar hacia delante. De ahí el final de ETA.

Pero es un final de larga agonía. Todavía hay muchos beneficios que repartir a cuenta de los muertos. Los nacionalistas buscan progresar en sus objetivos comunes. El primero, el reconocimiento del País Vasco como una nación soberana, que a partir de ahí ya se las arreglarán ellos solos. Y el Gobierno de Mariano Rajoy, el capítulo en los libros de historia sobre El final de ETA, por un lado, y un argumento electoral político para 2015, por otro.

En este enjuague, los muertos por ETA siguen siendo un argumento. Los de la negociación, para aplacar los nacionalistas concediéndole tal o cual exigencia, o para acercarse a sus objetivos, según se sienten en un lado u otro de la mesa. Y los convencidos de que hay que oponerse frontalmente a que sus muertos, que también son nuestros, contribuyan una vez más a los objetivos de los nacionalistas. De aquí sale el PP. Ahí entra Vox.  

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