Una nueva revelación podría indicar que Nicolás Maduro está detrás del encarcelamiento de la expresidenta de Bolivia, Jeanine Áñez. Este martes el periódico boliviano Página Siete publicó una nota titulada “Fiscalía basó el caso golpe en declaración de un procesado por extorsión”.
Según la nota, “la imputación presentada por la Fiscalía en el caso de supuesto golpe de Estado por el cual se encarceló preventivamente a la expresidenta Jeanine Añez y dos exministros, se basó en el testimonio de Óscar Antonio de la Fuente Amelunge, un ciudadano denunciado varias veces por extorsión, tanto por autoridades del gobierno del MAS como por opositores”, lo que hace suponer que se trata de un testigo falso para fabricar el caso en contra de la expresidenta.
No sería esta la primera vez que –para señalar a adversarios– se utilizaran falsos testigos. Los venezolanos conocemos de este típico procedimiento usado repetidamente por el régimen chavista para sus casos de persecución.
El primero de ellos –y el más emblemático– fue fabricado en el año 2004 por el entonces Fiscal General, Isaías Rodríguez, en el caso del asesinato del fiscal IV del Ambiente, con competencia nacional, Danilo Anderson, quien era responsable de las investigaciones del 11 de abril de 2002, cuando “se le solicitó la renuncia a Hugo Chávez, la cual aceptó”.
El colombiano Geovanny José Vasquez, se convirtió en el “testigo estrella” del Fiscal Rodríguez. El sujeto, que fue presentado como siquiatra primero y agente encubierto del Departamento Administrativo de Seguridad de Colombia después, no era ni lo uno ni lo otro, como también fue falso su testimonio para involucrar en el hecho a varios opositores incómodos, entre ellos, a los hermanos Guevara (todavía injustamente presos desde entonces en El Helicoide), a la periodista Patricia Poleo y el banquero Nelson Mezerhane, entre otros.
El “testigo estrella” confesó posteriormente que le habían ofrecido dinero para rendir el fabricado testimonio e Isaías Rodríguez, fue nombrado embajador en España.
En el año 2015, con motivo de la publicación del libro El falso testimonio: el cartel de los falsos testigos, el Grupo Editorial Ibáñez y Semana, organizaron un foro en Bogotá, en el cual se denunció que en Venezuela “la figura del falso testigo es usada para montar juicios enteros y criminalizar a los ciudadanos que piensan diferente”.
El periódico El Nacional, publicó una nota sobre el evento, en la que señaló que el régimen chavista tiene “un programa de televisión en uno de los canales del Estado (VTV), en el que el Presidente de la Asamblea Nacional pasa horas contando invenciones, unas más extravagantes que las otras. El programa tiene un formato, según el cual, voceros de distintas partes del país, que se identifican con seudónimos y denominados patriotas cooperantes denuncian a los voceros de la oposición, periodistas, empresarios, exiliados, a gobernantes, funcionarios de otros países, de las cosas más increíbles”.
La similitud entre los falsos testigos usados en Venezuela y el declarante del caso Jeanine Áñez, hace pensar que el régimen de Maduro podría estar asesorando a Evo Morales para fabricar el caso contra la expresidenta. Sin embargo, la maniobra podría salir mal esta vez, puesto que la reacción de los bolivianos por el injusto encarcelamiento de Áñez ha sido contundente.
Este martes, los nueve Comités Cívicos, poderosas organizaciones civiles de las diferentes provincias, anunciaron paro nacional ante el arresto ilegal de la expresidenta.
“El pueblo nos obliga a tomar acciones frente a este llamado histórico para proteger a los bolivianos y no permitir el retorno del tirano ni su dictadura”, dijeron los representantes de los Comités Cívicos.
El llamado a paro fue precedido por grandes manifestaciones en las ciudades de Santa Cruz, Cochabamba y La Paz el pasado lunes 15 de marzo. Estas concentraciones podrían extenderse si, en efecto, se comprueba que la mano de Maduro está detrás del encarcelamiento de la expresidenta.
De no liberar a Jeanine Áñez, el gobierno de Luis Arce podría ser objeto de una peligrosa desestabilización, sobre todo si se producen sanciones internacionales que podrían afectar gravemente las finanzas del Estado, como por ejemplo, la suspensión de la compra de gas por parte de Brasil, o la prohibición de comprar los bonos que por tres mil millones de dólares anunció recientemente el ministro de Economía y Finanzas Públicas de Bolivia, Marcelo Montenegro.