«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
La Gaceta de la Iberosfera
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Escritor, conferencista. Consultor político. Doctor en Derechos Humanos. Maestro en Filosofía, Cultura y Religión. Activista católico, provida y profamilia, y contra el socialismo, el comunismo y el progresismo. Presidente de “Nueva Derecha Hispanoamericana” y Fundador del Ejército Cristero Internacional. Speaker en CPAC 2022 y en el Congreso Iberosfera Monterrey. Ex Secretario de Comunicación del Comité Ejecutivo Nacional del Partido Acción Nacional (PAN). Premio Nacional de Periodismo 2007, otorgado por la ONU en México. Analista Geopolítico. Su más recientes libros son: “La Contrarrevolución Cultural frente al marxismo posmoderno” (2022), y “La Nueva Derecha: el retorno de Dios a la cultura, ante el supremacismo progresista” (2023).
Escritor, conferencista. Consultor político. Doctor en Derechos Humanos. Maestro en Filosofía, Cultura y Religión. Activista católico, provida y profamilia, y contra el socialismo, el comunismo y el progresismo. Presidente de “Nueva Derecha Hispanoamericana” y Fundador del Ejército Cristero Internacional. Speaker en CPAC 2022 y en el Congreso Iberosfera Monterrey. Ex Secretario de Comunicación del Comité Ejecutivo Nacional del Partido Acción Nacional (PAN). Premio Nacional de Periodismo 2007, otorgado por la ONU en México. Analista Geopolítico. Su más recientes libros son: “La Contrarrevolución Cultural frente al marxismo posmoderno” (2022), y “La Nueva Derecha: el retorno de Dios a la cultura, ante el supremacismo progresista” (2023).

Musk y el ‘virus woke’

26 de abril de 2022

Evidentemente, la motivación que ha llevado a Elon Musk a comprar Twitter este lunes no es sólo la defensa de la libertad de expresión, sino ganar dinero, y contar con una herramienta que lo mismo puede ser usada para afectar positiva o negativamente a la bolsa de valores como para demoler la reputación de alguien o posicionar un producto.

Musk podrá usar Twitter de esta manera no sólo porque ahora sea el dueño -lo que le permitirá librar las censuras de la oscura junta progresista que ahí gobernaba-, sino sobre todo porque su cuenta tiene 84 millones de seguidores, algo impresionante. Por cierto, en marzo de 2021 sólo contaba con 43 millones de seguidores.

Con la cantidad de seguidores actual y siendo el tipo más rico del mundo, cualquier cosa que diga tiene un efecto contundente en lo financiero, en lo político y en lo social. Sus tuits han beneficiado a Signal y a Clubhouse, por ejemplo. Y a la criptomoneda Bitcoin.

Lo mismo pasaba con Trump, quien no era el más rico del mundo, pero sí el presidente 45 de los Estados Unidos y su cuenta tenía 88 millones de seguidores. Lo que tuiteaba afectaba las acciones directamente (ejemplos: Toyota, Boeing y Amazon), y podía machacar algunos adversarios políticos. 

Dicho sea de paso, lo más seguro es que Trump, por razones económicas una vez más, no vaya a regresar a Twitter aunque le rehabiliten su cuenta -que fue censurada en uno de los capítulos más aberrantes en una democracia liberal como la norteamericana- porque usará su propia red social, Truth Social -cuando algún día quede lista-.

Si de verdad la libertad de expresión en Twitter queda garantizada con la llegada de Musk, el «virus woke” -como le llamó el empresario-, ese que imponía ideas progresistas como pensamiento único y hegemónico, quedará fumigado al menos en las directivas de esa red. 

Facebook y sus empresas hermanas se van quedando solas y siguen perdiendo dinero y hegemonía

Twitter será la más poderosa de las redes no progresistas, y junto a GETTR, y Truth Social, entre otras nacidas o por nacer, encabezaría una nueva ola que incidirá en las elecciones intermedias que tendrán lugar en Estados Unidos en noviembre de este año y en las presidenciales de 2024. 

Facebook y sus empresas hermanas se van quedando solas y siguen perdiendo dinero y hegemonía. Meta ha pasado de cotizar en 340 puntos en la bolsa en diciembre de 2021 a 186 este lunes…

De cara a las elecciones intermedias, el Partido Republicano lleva una buena ventaja para recuperar la mayoría en el Senado y en la Casa de Representantes. Se verá beneficiado, sin duda, también con el impacto de la nueva línea de Twitter, que técnicamente ya no censurará a las voces conservadoras. 

Hace unos días fui a visitar las instalaciones de Space X, la empresa de conquista espacial de Musk en Texas. Es impresionante ver una suerte de Nasa pero en manos de la iniciativa privada. 

Miles de empresas y ciudadanos en general se están mudando de California a Texas cansadas de rentas altísimas y de tantos impuestos y regulaciones. Se trata de una migración económica. Las residencias en todo el valle del Río Grande han aumentado su valor gracias a Musk y el asentamiento de su Space X. Increíble y positivo.

Hoy, vemos cómo el avance del conservadurismo va de la mano del desarrollo económico y cómo cada día el progresismo deja de ser un buen negocio

Pero también es una migración: del pensamiento «woke«, al pensamiento conservador. Del progresismo de los demócratas en las tierras del nefasto Snoop Dogg, al conservadurismo de Greg Abbott en Texas. 

Hoy, vemos cómo el avance del conservadurismo va de la mano del desarrollo económico y cómo cada día el progresismo deja de ser un buen negocio. Un dato más lo aporta Netflix, que ha perdido 200.000 suscripciones desde que Musk denunció que estaba infectado por ese “virus woke”. 

Pareciera que la solución al problema infame de empresas tripuladas por la mente «woke» fuera que Musk las comprara. Qué sencillo sería si así fuera. Pero no lo es. El progresismo está instalado de forma mucho más estructural. 

El siguiente paso, sin duda, es ir a por los grandes medios de comunicación y empresas del conglomerado de Hollywood… y por ajustes en las universidades. Todo esto, mientras nosotros, en la Nueva Derecha hispanoamericana, seguimos adelante con la contrarrevolución cultural en todos los frentes posibles generando hoy los cuadros que mañana llegarán a ser legisladores y presidentes de derecha sin complejos.

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