«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
La Gaceta de la Iberosfera
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Actor. Cine, teatro y televisión. Fue diputado en el Congreso de los Diputados y jefe de grupo en las Cortes Valencianas. Actualmente trabaja en 7NN. Dirige y presenta 'ConToni' los sábados por la noche.
Actor. Cine, teatro y televisión. Fue diputado en el Congreso de los Diputados y jefe de grupo en las Cortes Valencianas. Actualmente trabaja en 7NN. Dirige y presenta 'ConToni' los sábados por la noche.

Oposición de tiki-taka

29 de noviembre de 2022

Hay quien critica a Vox por «haberle dado aire a Irene» sin reparar en que la ministra lo hubiera cogido de todas formas. Son expertos. Pegan bocanadas, sobreactúan y, cuando los creías acabados, se van de rositas. Podemos es el jugador violento que, nada más pisar el área, espera el más leve contacto para lanzarse a la piscina. Tras romper tibias y haberse liado a guantazos, el piscinero se revuelca de dolor dando alaridos. Llama la atención del árbitro y los espectadores. Busca la falta máxima que le ponga por delante, provoca la amonestación del rival. Y nada más reanudarse el juego, tras un cojera leve que dura dos zancadas, trota sin daño alguno y se lanza a la carrera con una sonrisa hipócrita. Milagro de Lourdes. En eso estamos.

Todos somos conscientes de que Irene llegó al cielo por la misma razón que Tania bajó al infierno

«Estudiar a fondo a Pablo Iglesias», no es penalti. Es una frase educada que señala lo que todo el mundo sabe. No le invitó a ir al baño a refrescarse, ni le prestó el despacho para un desahogo, como hizo el rijoso con unas jóvenes de madrugada o una mujer del PP. No le dijo ultra, fascista, nazi, o joseantoniano, como se nos llama a diario a muchos desde esa tribuna. ¿De qué se espantan?

Carla Toscano nombró al elefante. O a la elefanta. Y comenzó el show. El podemita y el del resto de los partidos. Que nadie quede atrás. Porque, una vez más, el espectáculo consiste en reaccionar de manera exagerada para lucir brillo moral. No vayan a señalarle a uno.

Todos somos conscientes de que Irene llegó al cielo por la misma razón que Tania bajó al infierno. Tampoco era la primera vez que se le recordaba en el Congreso. Creo que fue Rafa Hernando el que lo hizo. La respuesta fue la misma: el lloriqueo. Esta vez, fue llanto y pataleta. Pero es que Irene estaba en medio de una gran crisis que amenazaba el chiringo de igualdad.

El goteo escandaloso de violadores liberados por su «Ley-Prenda» comenzaba a amenazar la posición que tiene en liza con Yolanda. Sólo puede quedar una. Y todos los partidos votaron que sí es sí sin siquiera leerse el texto legal, no fueran a llamarles fachas y machistas.

Ahora, tras la vicaria, la machista o la menstrual, toman carrerilla y hablan de «violencia política». Lo hacen mientras olvidan las bombas y los tiros en la nuca de los etarras, mientras entierran los desastres que han causado los golpistas. Así pueden pactar con todos ellos. Comienzan a igualar las agresiones físicas a las verbales. España es un campus woke.

Ábalos seguirá devorando con su mirada. Isa Serra insultará a mujeres policía. Eguiguren podría volver a pegar sin temor a su señora (…). No importa. Ellos pueden

Hace unos días, un pasito más, sabíamos que las miradas lascivas de los funcionarios serán castigadas. Y que «toda violencia verbal o de pensamiento es violencia física». Y así se anuncia el futuro, un nuevo concepto se abre paso. Violencia «de pensamiento» lo llaman. Pre crimen. A ver cómo lo demuestran.

Uno podría preocuparse por cómo y quienes decidirán sobre esas posibles miradas y pensamientos. ¡Qué ingenuos! A estas alturas deberíamos tenerlo claro. Ábalos seguirá devorando con su mirada. Isa Serra insultará a mujeres policía. Eguiguren podría volver a pegar sin temor a su señora. Médica y madre te apuntará con sus deditos. Iglesias tapará la boquita de la ministra e invitará a jovencitas a un baño refrescante, Pam insultará a la puta coja y Echeminga cantará Dominga. No importa. Ellos pueden. Tienen salvoconducto sociata, podemita y nacionalista. Los demás estamos condenados.

Que toda esa pandilla esté hablando ahora de violencia política mientras hace pucheritos es de una desvergüenza brutal. Y que una parte de la oposición discuta cómo combatirlos y dude si hablarles en su mismo idioma, descorazonador. Frente a un equipo tramposo y violento, pretenden jugar al tiki-taka.

A lo mejor creen que comportándose con los bárbaros de forma civilizada se puede acabar con ellos. Que no provocarles un solo rasguño es la lección que necesitan. Que no han de probar su propia medicina. Pues nada, dejemos que sigan avanzando y que arramblen con todo lo que encuentren a su paso. Pero no se engañen. La próxima vez que Irene se acerque al área, pónganse exquisitos: ya verán que no hará falta un roce, ni siquiera una Toscano. Bastará una mirada libidinosa, un pensamiento impuro. La ministra se lanzará entre gritos, se revolcará ante las cámaras, sus compañeras de equipo acusarán al juez árbitro y al rival que ni osó tocarlas. Los medios se llevarán las manos a la cabeza y enfocarán al rival. El VAR dictará sentencia favorable. ¡Pensamientos impuros!

Son los malos del western a los que perdonas la vida. Les das la espalda, confías en que agradecerán tu gesto, y entonces te agujerean la vida. La banca-da comunista siempre gana.

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