«Ser es defenderse», RAMIRO DE MAEZTU
Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.
Es licenciado en periodismo; doctor en Economía Aplicada y BA (Hons) en la Universidad de Essex (Reino Unido). Dedicado durante décadas al periodismo económico y de investigación trabajó para El País, Le Monde, Diario 16, Cambio 16, Le Soir, Avui, Radio Nacional de España y El Noticiero Universal. Fue el primer director de Intereconomía Televisión y también director editorial de Grupo Intereconomía. Entre otros premios obtuvo la Antena de Oro de la Televisión por MÔs se perdió en Cuba.

BiografĆ­a

Es licenciado en periodismo; doctor en Economía Aplicada y BA (Hons) en la Universidad de Essex (Reino Unido). Dedicado durante décadas al periodismo económico y de investigación trabajó para El País, Le Monde, Diario 16, Cambio 16, Le Soir, Avui, Radio Nacional de España y El Noticiero Universal. Fue el primer director de Intereconomía Televisión y también director editorial de Grupo Intereconomía. Entre otros premios obtuvo la Antena de Oro de la Televisión por MÔs se perdió en Cuba.

El ‘paĆ­s’ desobediente de Mas

18 de noviembre de 2014

No quiero ni pensar en la RepĆŗblica Catalana independiente y quĆ© clase de pandemónium serĆ­a, basada en el criterio de autodeterminación y la desobediencia jerĆ”rquica. Pero eso es cosa de Artur Mas. Lo que tenemos hoy sobre la mesa de autopsias es la desobediencia ā€œpor unanimidad ā€œ de los fiscales de CataluƱa (que son nueve) a la orden de su jefe jerĆ”rquico, el Fiscal General del Estado, Eduardo Torres-Dulce. El desacuerdo, o la ruptura con los fiscales catalanes no se ha producido por diferencias de criterio sobre decisiones ordinarias de la Justicia, sino en un caso polĆ­tico: la desobediencia de Mas en el 9-N al Constitucional y al Gobierno.

La ruptura deberĆ­a llevarse por delante al actual Fiscal Jefe de CataluƱa, JosĆ© MarĆ­a Romero de Tejada, como antes ocurrió con el fiscal MartĆ­n RodrĆ­guez Sol, que tuvo que presentar la dimisión a Torres-Dulce Ā por sus opiniones polĆ­ticas exhibidas en el ejercicio de su cargo. Por segunda vez, la dislocada FiscalĆ­a de CataluƱa produce problemas al Estado: cruje, o ā€œgriƱolaā€, segĆŗn el idioma. Los fiscales catalanes no aprecian delito alguno en la actuación de los convergentes que mandan en la Generalitat respecto a la ā€œconsulta-referendilloā€ del 9-N. Los fiscales destinados en Madrid, en cambio, si aprecian cuatro delitos en la actuación de Mas, Joana Ortega y la consejera que prestó las escuelas pĆŗblicas al pseudo-referĆ©ndum.

¿Cómo es posible? Pues porque los fiscales catalanes no tienen vocación de mÔrtires y prefieren la ruptura con el amable Torres-Dulce a un enfrentamiento con la dictadura de guante de seda de Mas. ¿Es que no lo entienden? El proceso de abducción y el miedo a enfrentarse con el mono-pensamiento secesionista, no solo afectan a los ciudadanos, sino a los funcionarios, incluso a los altos funcionarios del Estado.  Especialmente a ellos y es que CiU lleva 30 años decidiendo de veras quien es el representante del estado, sea fiscal; o delegado de Hacienda; o director del Aeropuerto de El Prat, o Jefe de la Agencia Efe, o de RTVE, incluso Delegado del Gobierno.

El bipartidismo espaƱol (PP-PSOE) entregó el Estado a los nacionalistas de Pujol y luego de Mas hace 30 aƱos. El mecanismo de decisión de esos y muchos otros cargos del estado en CataluƱa era someter una terna a los nacionalistas quienes Ā –como el CĆ©sar- pulgar abajo se cargaban a los menos afines, de forma inexorable. La consecuencia de ese ejercicio es que los defensores del Estado en CataluƱa tienen mĆ”s sentido de dependencia de los del pulgar que del BOE que les nombra oficialmente. El poder lo han tenido Miquel Roca (antes) o Duran Lleida y Mas, en estos dĆ­as.

Advierto que cuando Torres-Dulce se decida a meter la querella en el Tribunal Superior de Justicia de CataluƱa (TSJC), donde CiU lleva aƱos incorporando magistrados agradecidos, afines, o simplemente temerosos de la ā€œhostilidad previsibleā€. Los ā€œhijosā€ de aquellos magistrados que consideraron ā€œexonerableā€ de la crisis de Banca Catalana a su interprete mayor: antes Honorable Jordi Pujol i Soley. Es lo que hay.

Es ā€œamenaza silenciosaā€ que sufren algunos en CataluƱa por disentir del poder nacionalista. Especialmente cuando arremeten contra sus hombres sĆ­mbolo [recuerden las campaƱas contra Mena y Villarejo por el caso Catalana, con manifestaciones incluidas]. El mismo de los Ā ā€œactos de oprobioā€ del castrismo cubano pero a la catalĆ”n. Dos ejemplos: la bala que recibió Albert Rivera, por hacer polĆ­tica contraria a la secesión; Ā o el simulacro de fusilamiento de un edil del PP en Cardedeu. Asuntos que los medios de comunicación catalanes pasaron por alto y que no merecieron el interĆ©s del Gobierno de Rajoy AsĆ­ las cosas, ĀæSe les puede exigir a los fiscales un comportamiento heroico? ĀæEso entra en el sueldo?

Es obvio que una querella contra Mas y su Gobierno no puede ser juzgada en CataluƱa. La bonhomĆ­a de Torres-Dulce ha hecho perder mucho tiempo, una semana y media, ahora tendrĆ” que resolver dos problemas: la querella y la propia ā€œFiscalĆ­a Superior de Catalunyaā€ Ā que es como se autodenomina.

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