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Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

Tres días de marzo en la SER

14 de marzo de 2014

Como dice un compañero, periodismo es cuando se te enfría el café. Mario Noya escribió, hace diez años, una crónica que hace que se te hielen la cena y el alma. Es un relato preciso, y precisado, de la información que ofreció la Cadena SER de los tres días de marzo de 2004 que cambiaron la historia de España. Si esta crónica es un ejemplo eximio de periodismo, lo que ella relata puntualmente es el retrato de una gran manipulación. Informativa, política, moral.

Tómese el lector el tiempo necesario, que lo dará por bien empleado. Los primeros ecos de las bombas suenan a ETA. El Gobierno de José María Aznar ha lanzado una lucha sin cuartel y sin cuarteladas contra la banda terrorista, una lucha policial, económica, política, social. El atentado sería contra la política del gobierno de un enemigo de (casi) todos. La SER corre el peligro de que los atentados despierten un torrente de simpatías, de votos, hacia el PP. Iñaki Gabilondo hace de tapón, con constantes referencias a la unidad, y a que los atentados no cambien el sentido del voto. Una actitud distinta sería colaborar con los objetivos de los terroristas, con los objetivos de ETA. ¿Hubo alguna vez un Gabilondo más justo, más certero? Dejarse manipular por los terroristas es colaborar con sus objetivos. ¡Eso es! Entre quienes llaman a la unidad y a la firmeza en el voto frente a las pretensiones de los terroristas está, siempre en la SER, José Luis Rodríguez Zapatero. Ramoneda, Alberto Surio, Carod-Rovira (negociador con ETA), todos dicen lo mismo.

Mientras la SER confirma varias veces la autoría de ETA, con las fotos en la mano de los nueve etarras autores de la masacre, el mensaje es el mismo. Entonces, el ministro del Interior, Ángel Acebes, informa sobre la cinta con versículos del Corán. Entonces en la SER cunde la confusión, y se impone la prudencia. Reuters informa de que un grupo de Al Qaeda reivindica los atentados. Es todavía 11 de marzo, y la información ya huele a victoria. Carlos Llamas “no quiere pensar” que el Gobierno nos ha estado mintiendo. El Gobierno que no mostró las nueve fotos de los etarras culpables.

La SER, a uno y el mismo tiempo, en la noche del 11 de marzo, confirma por tres fuentes de Interior que un terrorista tricalzonado se ha hecho estallar en los trenes, y acusa sistemáticamente al Gobierno de mentir. Está a punto de concluir el aciago día y Rubalcaba dice en la SER que si pensaron en una ETA asesina fue porque se lo había indicado el Gobierno. Zapatero se había adelantado al Gobierno, recordemos.

Amanece el 12 de marzo, y la llamada de Gabilondo tapón a la unidad de todos los demócratas salta por los aires. La SER hace su trabajo, y recibe información adelantada sobre la autoría islámica. Esta vez, verdadera. Y acusan todo el día al Gobierno de mentir. Carlos Llamas, en el último informativo del día, explica que ayer, cuando aún se apuntaba a ETA, llamaron a la calma. Pero ahora, cuando la lógica es que el Gobierno nos creado un poderoso enemigo por meternos en la guerra, ahora la cosa cambia. Suelta a Carlos Carnicero: “Creo que estamos ante una maniobra que tiene pinta de intoxicación”. Félix Bayón: “La identificación del atentado con Al Qaeda puede hacer reflexionar a la gente”. Ellos (Haro Tecglen, Sotillos, Peridis, Paco González…), por si acaso, ofrecen la reflexión. Al Qaeda tiene un motivo en el Gobierno para atentar contra España. Y nosotros deberíamos ¡también! condenar al Gobierno. De la unidad, a la división. De no variar el voto a explicar los motivos para hacerlo. De no hacerle el juego a los terroristas a los españoles se merecen un gobierno que no les mienta. 

No sé si los españoles se merecen un gobierno que no les mienta, que las retribuciones morales las carga el diablo. El pleonasmo de un gobierno mentiroso. Lo que sí creo es que no nos merecemos que nos mientan quienes deben decirnos la verdad.

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