«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

El ‘Urdangarín’ del de la coleta

24 de julio de 2014

Igual que hacer un “Hannover” es escaquearse de la ceremonia de una boda y hacer un “Aguirre” es largarse cuando te para la policía; hacer un “Urdangarin” es conseguir pasta pública que, supuestamente, tiene un fin social y se termina usando en beneficio propio.

Pues bien, hay un personaje público – aforado nuevo miembro de la casta– que sin pudor y a pesar de que esté tan presente la imputada conducta de Urdangarin ha hecho público que va a donar a una productora, que no deja de ser él mismo, una gran parte de su sueldo público.

Pablo Iglesias es el progre que está haciendo lo más parecido a un “Urdangarin”. Con un par.  Porque el de la coleta dona los fondos a La Tuerka  y resulta que de esa productora (según ha publicado El Semanal Digital) salen los fondos para pagar sus caros y exclusivos cursos de presentador de tv. Los Urdanga aprendían salsa, con fondos de origen público, para quedar bien en los salones de la high society y Pablo Iglesias ha utilizado los fondos de la productora para quedar bien en las televisiones a las que acude. Será legal pero su conducta, desde el punto de vista de la ética, está muy por detrás de la conducta de la mayoría de la casta.

Urdangarin ocultaba de forma burda los ingresos que recibía. Pablo Iglesias directamente no los declara. Como ha hecho en el Parlamento Europeo con lo recibido por su participación en las tertulias de televisión. Ejemplar comportamiento “democrático y transparente” de quién se dedica a descalificar a los demás con carácter general.

Pablo Iglesias, para ser de lo que va, debe de tener una trayectoria vital ejemplar en lo que se refiere al origen, gestión y cumplimiento de obligaciones. Debe ofrecer a la opinión pública una explicación exhaustiva y real respecto a los fondos recibidos de cualquier estamento. Esta explicación es imprescindible para empezar a demostrar que es distinto a “la casta”. 

A mi me tiene perfectamente intrigado saber cuántos impuestos han pagado a la hacienda pública los Iglesias, Monedero y compañía de todos los ingresos percibidos de Venezuela, Irán y donde sea. Si Iglesias es capaz de ocultar los miles de euros percibidos por su participación en las tertulias qué no hará con los millones de euros recibidos para su proyecto político. Tal y como están las cosas me temo que han pagado, proporcionalmente, menos impuestos que Urdangarin. Y ya es temer.

 

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