Este martes, los alumnos de una escuela del noreste de Siberia tuvieron que volver a casa luchando contra una potente nevada y ráfagas de viento de hasta 30 metros por segundo. Las apocalípticas escenas fueron grabadas en la localidad de Rússkoye Ústie, en la República de Sajá (Yakutia), y posteriormente difundidas vía Twitter por el bloguero y periodista local Bolot Bochkariov.
Este 22 de noviembre, la escuela y el jardín de infancia de Rússkoye Ústie estuvieron temporalmente cerrados. Por lo general, en Sajá se cancelan las clases cuando la temperatura baja hasta 40 o 50 grados bajo cero.
In the Arctic village of Chokurdakh kids are going home from school. That’s in my #Yakutia. Praise god, Yakutsk is free of winds. pic.twitter.com/EAqLSCR0Jf
— Bolot Bochkarev (@yakutia) 21 de noviembre de 2017
Estas temperaturas, casi inimaginables para la mayoría, son en realidad bastante habituales en Sajá, donde se encuentra el pueblo de Oimiakón, el punto habitado más frío de la Tierra. Rússkoye Ústie, por su parte, es un asentamiento de unos 130 habitantes situado cerca del mar de Siberia Oriental, a unos 5.000 kilómetros al noreste de Moscú.
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