«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

Ana Julia Quezada, recibida en la cárcel con dibujos de ‘pescaítos’

La asesina confesa de Gabriel Cruz ha llamado a su familia en República Dominicana para pedir que le enviaran dinero. Que Dios te perdone, le han dicho desde allí.

Cuatro días ha pasado ya en la prisión de El Acebuche, en Almería, la asesina confesa del pequeño Gabriel Cruz. Ana Julia Quezada no ha tenido, como era de esperar, una acogida amable por parte de las reclusas de la prisión a la que fue enviada, que colocaron en las puertas de sus celdas dibujos de pescaditos -el animal preferido del pequeño y símbolo de esperanza durante los 12 días que duró su búsqueda-. Los funcionarios de la prisión los retiraron poco después de su colocación.
Aislada en una zona de la prisón -se ha vaciado un pasillo completo- y con una presa sombra -una reclusa de confianza que vigila- como parte del protocolo antisuicidios, Ana Julia se puso en contacto con su familia en República Dominicana, con su madre, en concreto, según ha desvelado el programa Espejo Público, para pedir dinero. “Necesito dinero”, habría dicho a su familia a la que ha pedido perdón por haber “tirado el apellido por el suelo”. La respuesta de la familia, según Antena 3, habría sido firme y rotunda: “Que Dios te perdone lo que has hecho”.

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