El Padre Martin ha insinuado, siguiendo un razonamiento un tanto forzado, que muchos gays optan por suicidarse como consecuencia de la actitud que hacia ellos mantiene la Iglesia
A nadie se le escapa que el homosexualismo, como teoría política, y la ideología de género cuentan con cada vez más defensores en el seno de la Iglesia. No en vano, en los últimos tiempos, demasiados religiosos han mostrado su oposición a la tradicional enseñanza de la Iglesia respecto a las relaciones homosexuales y su respaldo a la progresiva imposición de la ideología de género en el tejido social.
Uno de estos sacerdotes modosos es el jesuita P. James Martin, quien ha hecho del activismo LGTB su más relevante oficio vital. De este modo, en una entrevista concedida recientemente, Martin ha asegurado que el catecismo de la Iglesia católica incita a la discriminación de los homosexuales.
‘Parte del catecismo dice que las personas homosexuales están objetivamente desordenadas; que sus acciones están y que ellos mismos están intrínsecamente desordenados. Y básicamente lo que digo en el libro es que debemos atender a cómo es recibido este lenguaje por la gente, que es algo que también están diciendo algunos obispos. Ahora imagina (interpelando al entrevistador) la persona a la que le dices que está mentalmente desordenada’, ha aseverado el sacerdote.
En este sentido, el Padre Martin ha insinuado, siguiendo un razonamiento un tanto forzado, que muchos homosexuales optan por suicidarse como consecuencia de la actitud que hacia ellos mantiene la Iglesia: ‘Quiero decir, los jóvenes gays tienen cinco veces más probabilidades de suicidarse que los chicos heterosexuales’, ha expresado el religioso, quien fundamenta sus deletéreas ideas en el testimonio que le dio una progenitora en plena calle.
Un viejo razonamiento
Este jesuita es un viejo conocido. No es ni mucho menos la primera ocasión en que aprovecha para atacar la Doctrina y promover, sirviéndose de su alzacuellos, los dogmas LGTB. No en vano, el pasado mes de julio conminó a los católicos gays a ‘salir del armario’ masivamente, arguyendo que esto ‘ayudaría a mostrar a los católicos de a pie cómo es realmente una persona gay y también cómo la gente gay puede vivir de forma casta’.
Martin, que ya había asegurado en una ocasión que ‘probablemente algunos santos fueran homosexuales’, defendió entonces que en la Iglesia se está viviendo “un cambio enorme” respecto a las personas homosexuales, gracias principalmente al Papa Francisco y a prelados como el cardenal Joseph Tobin.
“Hay dos razones para este giro hacia una hospitalidad más calurosa de las personas LGBT en la Iglesia. Una es el Papa Francisco. Su pregunta, ‘¿Quién soy yo para juzgar?’; su reunión pública con Yayo Grassi, su antiguo alumno homosexual, en su visita papal a los Estados Unidos; sus comentarios en la Amoris laetitia, que han sido usados para dejar que los homosexuales practicantes reciban la comunión. Además, los obispos que el Papa Francisco está nombrando en los Estados Unidos son mucho más favorables a los LGBT’, aseveró el jesuita, cuya proximidad al Pontífice es, desgraciadamente, incuestionable.