El titular del Juzgado de lo Penal 4 de Granada, el magistrado Antonio Miguel Vallejo Jiménez, ha condenado a dos años de prisión por denuncia falsa a la mujer que dijo haber sido drogada con ‘burundanga’ en una discoteca de Granada en diciembre de 2013 y posteriormente violada por parte de dos hombres, los cuales fueron absueltos en el juicio que se celebró por este asunto.
La información publicada en la web especializada Confilegal explica que en una sentencia fechada el 18 de octubre, a la que ha tenido acceso Europa Press, el magistrado considera probado que la mujer era “plenamente consciente” de la falsedad de la denuncia por abuso sexual que interpuso contra estas dos personas, a las que ahora deberá indemnizar con 6.000 euros por daños morales, además de pagar una multa de 720 euros. A raíz de esta denuncia, ambos fueron acusados de un delito continuado de abuso sexual por el que la Fiscalía pidió para ellos ocho años de cárcel.
Los hechos se juzgaron en julio de 2016 en la Audiencia Provincial de Granada, que los absolvió. El tribunal consideró entonces probado que la mujer, de 40 años, mantuvo relaciones sexuales con ambos, tanto en las inmediaciones de la discoteca Fórum de Granada como en otros lugares, pero descartó que la situación ocurriera como ella la relató, pues no existía prueba de ningún elemento químico más allá del ibuprofeno en su organismo ni que le hubiera sido suministrada escopolamina, la sustancia conocida como ‘burundanga’.
Se la conoce como la droga del violador, el beso del sueño, polvo zombi o aliento del diablo, también como cacao sabanero o borrachero, pero su nombre más popular es…
Tampoco, que los dos hombres absueltos estuvieran en connivencia con otra persona que había introducido a escondidas la sustancia en alguna de las bebidas que consumió esa noche.
“No existe prueba sobre la existencia de un déficit en el consentimiento prestado por ella para el mantenimiento de la relaciones sexuales, ni que ese déficit hubiera sido utilizado por lo acusados para la satisfacción de sus lubricantes intenciones”, relataba la sentencia.
El abogado Carlos Aránguez, que ejerció su defensa, ha lamentado que por esta “mentira” estos dos jóvenes fueran acusados de violación y sentados en el banquillo.
Afirma que tuvo “muy claro desde el principio su inocencia porque la historia de la presunta víctima, basada en que le dieron escopolamina u otra droga, resultaba inverosímil”.
La Audiencia Provincial de Granada también consideraba probado en su sentencia que cuando la mujer llegó a su domicilio aquella mañana mantuvo una fuerte discusión con su marido.
Ella le reconoció que había estado con un hombre manteniendo relaciones sexuales y el esposo se marchó del domicilio con sus tres hijos a la casa de un amigo, donde recibió una llamada de la amiga de su mujer, que le dijo que creía que había sufrido una agresión sexual y que iban a denunciarlo. EP.