«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

Hoy habría sido el primer cumpleaños de Charlie Gard

El pasado 28 de julio, tras meses de batalla legal, los padres de Charlie Gard anunciaron la muerte de su bebé, que nació el 4 de agosto de 2016. “Deberíamos estar planeando el primer cumpleaños de Charlie, pero en lugar de eso estamos planeando su funeral”, lamentaron.

Claire Chretien/ LifeSiteNews– Charlie Gard murió una semana antes de su primer cumpleaños, gracias a un sistema sanitario y legal que lo veía como un improductivo pupilo del Estado y no como el hijo querido de sus padres, Chris Gard y Connie Yates.

Charlie tenía una rara enfermedad mitocondrial y respiraba con la ayuda de un ventilador. Chris y Connie querían llevar a su hijo a Estados Unidos para un tratamiento experimental, pero el Great Ormond Street Hospital (GOSH) quería retirarle el soporte vital.

La cuestión no era el dinero – Chris y Connie recaudaron más de 1.5 millones de dólares de donaciones privadas para trasladar y tratar a Charlie- sino si eran los padres de Charlie o los burócratas del hospital quienes tenían el derecho de determinar el rumbo de su cuidado.

El tribunal, GOSH, y todos los involucrados reconocieron que Chris y Connie eran buenos padres. No se trataba de un caso en el que el Estado tuviera interés en reemplazar sus derechos.

Pero lo hizo.

¿Por qué?

GOSH dice que no cree en un mundo donde sólo los padres toman decisiones y hablan por sus hijos menores.

“Un mundo donde sólo los padres hablan y deciden por los niños y donde los niños no tienen una identidad o derechos separados y ningún tribunal para oírlos y protegerlos está lejos del mundo en el que GOSH trata a sus pequeños pacientes”, argumentó en la corte .

“Los padres de Charlie creen que sólo ellos tienen el derecho de decidir qué tratamiento tiene y no tiene Charlie”, dijo GOSH. “Ellos no creen que el Great Ormond Street deba tener el derecho de solicitar a la Corte una decisión independiente y objetiva, y no creen que tenga ningún papel un juez o un tribunal”.

“Creen que sólo ellos pueden y deben hablar por Charlie y han dicho muchas veces que sienten que han sido despojados de sus derechos como padres”, argumentó GOSH.

El supuestamente “independiente” abogado designado por el Gobierno para Charlie en este crucial caso de bioética era un activista pro-eutanasia.

Una institución “orwelliana” nunca amará a un niño de la misma manera que sus padres, que le dieron la vida, lo alimentaron y lo criaron. En el caso de Charlie Gard, parece que los administradores del hospital estaban decididos a demostrar que ellos, extraños para este bebé, tenían el derecho de sacarlo de la custodia de sus padres y terminar con su vida.

Descansa en paz, Charlie. Siento que el mundo te haya fallado tanto. Intercede por nosotros desde el cielo para que esta terrible injusticia nunca vuelva a suceder.

(Artículo publicado originalmente en LifeSiteNews traducido por InfoVaticana)

TEMAS |
Fondo newsletter