No se debe abrir el debate de la eutanasia hasta que el derecho a recibir cuidados paliativos esté garantizado para toda la población española, algo que no ocurre hoy.
Días después de que el PSOE presentara su propuesta electoral para legalizar la eutanasia y sólo horas después de la votación del Congreso a favor de la propuesta del separatismo catalán de despenalizar el suicidio asistido, la Asociación Española contra el Cáncer, que atiende a los enfermos de cáncer durante toda su enfermedad -también en la fase final- pone las cosas claras sobre las necesidades sanitarias en España.
Antes de abrir un debate sobre la regulación de la eutanasia, señala la AECC, es necesario garantizar que «todos las personas con una enfermedad en fase terminal puedan acceder a los cuidados paliativos, algo que no ocurre en la mitad de los casos».
En una España en que la cobertura de los cuidados paliativos no llega al 100 % de quienes lo necesitan y en la que la mitad de las personas que necesitan los cuidados paliativos mueren con dolor físico y el 75 % con dolor emocional, la reivindicación de la eutanasia legal no parece la propuesta política más sensata.
Por eso quizá la AECC ha señalado que, «puesto que sigue sin estar aprobado el marco normativo estatal de protección de las personas que necesitan cuidados paliativos», el debate sobre la regulación de la eutanasia se retrase hasta que esté garantizado este derecho para todas las personas.
Ley estatal
La AECC ha reclamado además un análisis exhaustivo de la actual atención sanitaria y social a las personas con enfermedad avanzada y en el final de la vida y una ley estatal que permita armonizar las leyes que ya existen en varias Comunidades Autónomas.
Esta legislación debería garantizar -a juicio de la AECC- el acceso a cuidados paliativos para todas las personas que lo necesiten y respetar las preferencias del enfermo si desea permanecer en su domicilio, siempre que las condiciones de la persona enferma y su entorno familiar lo permitan.
También incluir la formación de los profesionales del ámbito socio sanitario en la atención a las personas y familias en esta situación. Además, sería necesario facilitar la participación de los pacientes y cuidadores en el proceso de atención y dotar al cuidador principal de los recursos de apoyo necesarios que mejoren tanto la calidad de vida de su familiar enfermo como la suya propia.
La AECC considera importante, asimismo, fomentar la solidaridad social en el acompañamiento a las personas en el final de la vida a través del voluntariado formado para ello y asegurar la disponibilidad de la atención al duelo, de manera que favorezca la continuidad en el cuidado de la unidad familiar.
Y después, sólo después, el debate de la eutanasia.
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